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SU VIAJE A BUENOS AIRES FUE CANCELADO

Una protesta de pasajeros de Air Madrid requiere la intervención de la Guardia Civil

Un grupo de unos cien pasajeros de Air Madrid cuyo vuelo a Buenos Aires fue cancelado protagonizaron este lunes una protesta en el aeropuerto de Barajas que requirió la presencia de la Guardia Civil y de responsables de seguridad del aeropuerto, hasta que empleados de la compañía atendieron al pasaje.

L D (EFE) El vuelo DRD1211 debía salir hacia Buenos Aires a las 11,00 horas, pero el avión fue sometido a una revisión que duró más de lo previsto, explicó a Efe la aerolínea, que detalló que al conocer este problema se contrató una nave de otra compañía "que debía llegar a Barajas desde Lisboa esta mañana, pero aún no lo ha hecho".

Air Madrid aseguró que a los pasajeros se les explicó la situación y se les ofreció ir a un hotel en el que alojarse y comer, pero "parte del pasaje prefirió esperar en el aeropuerto, por lo que por ahora no podemos hacer más, salvo ofrecerles una comida allí".

Este grupo de pasajeros permanecieron unas tres horas en la zona de embarque de la terminal 1, tras las que decidieron "movilizarse" para obtener una explicación por parte de la compañía y reclamar, ya que según explicaron a Efe "una empleada dijo que saldríamos a las cuatro, pero el vuelo desapareció de las pantallas y según AENA no existe".

Los pasajeros formularon reclamaciones ante AENA "por la falta de información y el mal trato recibido, incluso por personas que tienen 90 años", y a continuación se concentraron frente a uno de los filtros de seguridad por los que se accede a la zona de embarque de la T1, donde exigieron hablar con alguien de la compañía y corearon consignas como "Air Madrid, ladrones" o "Queremos comer y volar".

Una decena de guardias civiles y vigilantes de seguridad se personaron en la zona, sin que fuera necesaria su intervención, así como un responsable de seguridad del aeropuerto, que se puso en contacto con la compañía e informó al pasaje de la situación hasta que llegó un trabajador de la aerolínea.

La compañía facilitó entonces hojas de reclamaciones a los pasajeros y les ofreció comer en un restaurante de la zona de embarque, en la que los afectados permanecían a las 17,00 horas a la espera de la salida del vuelo, prevista para las 18,30 horas.

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