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Siete coches-bomba explotan en Bagdad y Mosul dejando veinte muertos y 54 heridos

Al menos veinte personas han muerto, la mayor parte civiles, y 54 están heridas tras una serie de explosiones con coches-bomba durante la mañana de este jueves, la mayoría de ellos en Bagdad, justo en vísperas de que el Gobierno aplique el nuevo plan de seguridad en la capital. Para hacer frente a la ola de terror que a diario azota Irak, el primer ministro Nuri al-Maliki prometió que su Gobierno mostrará una mayor "firmeza" para combatir a los "escuadrones de la muerte" que obedecen a varios partidos políticos chiíes.

Al menos veinte personas han muerto, la mayor parte civiles, y 54 están heridas tras una serie de explosiones con coches-bomba durante la mañana de este jueves, la mayoría de ellos en Bagdad, justo en vísperas de que el Gobierno aplique el nuevo plan de seguridad en la capital. Para hacer frente a la ola de terror que a diario azota Irak, el primer ministro Nuri al-Maliki prometió que su Gobierno mostrará una mayor "firmeza" para combatir a los "escuadrones de la muerte" que obedecen a varios partidos políticos chiíes.
LD (EFE)  El último atentado terrorista de este jueves en Irak se produjo a primeras horas de la tarde en Bagdad: un coche-bomba explotó cerca de la comisaría "Rachad" en el barrio Al-Machtal, al este, y dejó a dos personas muertas y cuatro heridas.
 
De todos los atentados, el más grave se produjo en Al-Dura (barrio mixto, suní y chií, del sur de Bagdad) y fue perpetrado con tres coches-bomba que explotaron en las cercanías de un mercado de verduras conocido como "Zoco Rachid". En él murieron diez personas y otras treinta resultaron heridas, según dijeron fuentes policiales.
 
Otro coche-bomba estalló al paso de una patrulla policial en el este de la capital, dejando cuatro muertos (dos de ellos policías) y diez heridos, mientras que el quinto explotó en la calle Saadoun, en el centro de la ciudad, y causó la muerte de tres personas y heridas a otras siete.
 
Estos atentados se registran cuando se están perfilando los últimos detalles del plan de seguridad que el Gobierno iraquí quiere implantar en Bagdad para eliminar la violencia sectaria que ha costado la vida a miles de personas y el desplazamiento de casi cuarenta mil de un barrio a otro.
 
Por último, en Mosul, otro coche-bomba estalló en las cercanías de un mercado en el centro de la ciudad, y causó un muerto y siete heridos (cuatro de ellos policías), según fuentes policiales en la ciudad. El automóvil era conducido por un terrorista suicida, que causó además enormes daños materiales en edificios y vehículos de la zona
 
Para intentar frenar la ola de terror, en una reunión con los jefes de las misiones diplomáticas acreditadas en Irak, el primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, ha prometido que su Gobierno se mostrará firme al combatir a los "escuadrones de la muerte" que obedecen a varios partidos políticos chiíes.
 
Al-Maliki pidió a todas las tropas iraquíes (tanto del Ejército como de la Policía) mayor eficacia contra los terroristas días antes de que comience a aplicarse el nuevo plan de seguridad para Bagdad. Explicó que ha pedido "a soldados y oficiales firmeza al enfrentarse a terroristas y escuadrones de la muerte, y respeto a las reglas de disciplina durante sus redadas". Esas palabras han sido interpretadas como un mensaje claro a las tropas para que aplasten a cualquier grupo violento, aunque sean de su mismo grupo étnico o religioso.

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