L D (EFE) Los alemanes ralentizaron al máximo un encuentro en el que, nuevamente, el meta internacional sueco Dan Beutler volvió a ser la pesadilla de la primera línea barcelonista con 16 paradas, incluido un penalti, y sin olvidar la fortuna que tuvo en seis tiros del Barcelona a los postes. Destacar un jugador del Barça, sobre otro, sería injusto porque todos lo intentaron, incluso uno sin excesivo protagonismo como Larholm se mostró muy mentalizado y con garra. Quizás el corazón de Iker Romero, al que Beutler le paró seis lanzamientos y un penalti, la fuerza y garra de Víctor Tomás y la gran segunda mitad de David Barrufet bajo los palos, con ocho paradas que parecieron dar vida a su equipo.
En el Flensburg, además de Beutler, hay que mencionar el gran partido del pivote danés Michael Knudsen y del lateral zurdo Marcin Lijewski, demoledor en los lanzamientos. En la primera mitad la ofensiva azulgrana volvió a estrellarse al comienzo contra el meta sueco Dan Beutler y los germanos lograron irse dos goles arriba (3-5, m.8). Espar colocó rápidamente su defensa en doble pivote con la entrada de Nenad Perunicic junto a Igor Vori y un tanto de Salva Puig equilibraba el marcador (7-7, m.11).
El sueco Jonas Larholm entraba como director del juego azulgrana e Iker Romero pasaba al lateral. Esto se reflejó en mayor circulación de balón y espacios a los extremos que Víctor Tomás y Juanin García materializaron con acierto (12-8, m.24). El Barcelona había cambiado su defensa de seis-cero a cinco-uno, con Fernando Hernández como avanzado, y frenado la ofensiva germana, pero un cañonazo de Lackovic y un penalti transformado por el goleador del equipo germano, el danés Lars Christiansen, obligaban a Espar a pedir tiempo (12-10, m.25). A partir de ahí, las paradas de Beutler, los postes (cuatro) y el juego lento del Flensburg hacían que se llegase al descanso con un corto 14-12 y todo quedaba para el segundo tiempo.
Una fulgurante salida de los catalanes les devolvía su máxima renta de la primera mitad (18-14, m.36) tras dos tantos de Salva Puig. Una doble parada de Venio Losert a un penalti lanzado por Christiansen dio nuevos bríos al Barcelona y un lanzamiento de Larholm le daba la máxima ventaja a su equipo (20-15, m.41). La remontada parecía posible, pero los nervios le jugaban una mala pasada a los azulgranas que sería a la postre decisiva ya que Iker Romero y Juanin fallaban dos penaltis consecutivos y esto despertó a los de Kent-Harry Anderson, que pasaron de poder ir siete abajo a sólo tres después de dos tantos de Lauritzen (20-17, m.42).
Además, el Barcelona se vio sumido en un momentáneo desconcierto defensivo que el Flensburg aprovechó para seguir recortando diferencias y acabando con las aspiraciones locales (22-20, m.49). Un nuevo tiempo de Xesco Espar, el corazón de Víctor Tomás y la fuerza de Iker Romero devolvían de nuevo la máxima ventaja a su equipo (28-23, m.56). El Barcelona iba a ganar el partido pero su eliminación en Europa estaba ya sentenciada.
En el Flensburg, además de Beutler, hay que mencionar el gran partido del pivote danés Michael Knudsen y del lateral zurdo Marcin Lijewski, demoledor en los lanzamientos. En la primera mitad la ofensiva azulgrana volvió a estrellarse al comienzo contra el meta sueco Dan Beutler y los germanos lograron irse dos goles arriba (3-5, m.8). Espar colocó rápidamente su defensa en doble pivote con la entrada de Nenad Perunicic junto a Igor Vori y un tanto de Salva Puig equilibraba el marcador (7-7, m.11).
El sueco Jonas Larholm entraba como director del juego azulgrana e Iker Romero pasaba al lateral. Esto se reflejó en mayor circulación de balón y espacios a los extremos que Víctor Tomás y Juanin García materializaron con acierto (12-8, m.24). El Barcelona había cambiado su defensa de seis-cero a cinco-uno, con Fernando Hernández como avanzado, y frenado la ofensiva germana, pero un cañonazo de Lackovic y un penalti transformado por el goleador del equipo germano, el danés Lars Christiansen, obligaban a Espar a pedir tiempo (12-10, m.25). A partir de ahí, las paradas de Beutler, los postes (cuatro) y el juego lento del Flensburg hacían que se llegase al descanso con un corto 14-12 y todo quedaba para el segundo tiempo.
Una fulgurante salida de los catalanes les devolvía su máxima renta de la primera mitad (18-14, m.36) tras dos tantos de Salva Puig. Una doble parada de Venio Losert a un penalti lanzado por Christiansen dio nuevos bríos al Barcelona y un lanzamiento de Larholm le daba la máxima ventaja a su equipo (20-15, m.41). La remontada parecía posible, pero los nervios le jugaban una mala pasada a los azulgranas que sería a la postre decisiva ya que Iker Romero y Juanin fallaban dos penaltis consecutivos y esto despertó a los de Kent-Harry Anderson, que pasaron de poder ir siete abajo a sólo tres después de dos tantos de Lauritzen (20-17, m.42).
Además, el Barcelona se vio sumido en un momentáneo desconcierto defensivo que el Flensburg aprovechó para seguir recortando diferencias y acabando con las aspiraciones locales (22-20, m.49). Un nuevo tiempo de Xesco Espar, el corazón de Víctor Tomás y la fuerza de Iker Romero devolvían de nuevo la máxima ventaja a su equipo (28-23, m.56). El Barcelona iba a ganar el partido pero su eliminación en Europa estaba ya sentenciada.