L D (EFE) El caso suscitó la polémica después de que algunos políticos afirmasen que se había violado la ley que permite realizar abortos antes de los 90 días gestación y tras ese plazo, sólo en caso de peligro para la mujer o de malformaciones en el feto, que pongan en riesgo la salud física o psíquica de la madre.
El diario del Vaticano, L'Osservatore Romano, ha dedicado un artículo a "la lucha milagrosa de un niño que el mundo quería asesinar", y afirmaba que en este caso "la vida ha sido tirada, despreciada y finalizada en los horribles engranajes de una cultura que rechaza cualquier contratiempo, antes que afrontar un camino de dolor".
El diario del Vaticano se refería a la decisión de abortar de la madre, después de que en dos ecografías se viera el riesgo de que el feto sufriera una "atresia del esófago", malformación que afecta a un niño de cada 3.500.
Más pruebas
El director del departamento de ginecología del Careggi, Gianfranco Scarselli, explicó a "La Repubblica", que tras las sospechas de malformaciones en el feto, los médicos le recomendaron a la mujer que se realizara una resonancia magnética para intentar despejar las dudas.
Según Scarselli, ella "estaba convencida de abortar" y no pudieron persuadirla para que se hiciera nuevos exámenes, sin embargo el periódico apunta la posibilidad de que hubiese consultado a otros médicos antes de tomar la decisión. Una vez practicado el aborto se vio que el corazón del niño latía y los médicos procedieron a reanimarle, tras lo que se comprobó que el pequeño había nacido sin ninguna malformación.