(Libertad Digital) El ex vicepresidente y oscarizado, Al Gore, por su alarmista documental Una verdad incómoda será interpelado este miércoles por la comisión de Energía de la Cámara de Representantes de EEUU (the House Energy and Commerce Comité) sobre el calentamiento global. Ante esta tesitura, los republicanos Joe Bargon y Denny Hastert se dirigieron al presidente de la Republica Checa, Vaclav Klaus para conocer de primera mano su opinión sobre la cuestión. La UE, el pasado 8 de marzo, se comprometió a reducir los gases invernadero en un 20% antes de 2020.
Con la autoridad adquirida por aquel que "ha vivido bajo el comunismo durante la mayor parte de mi vida" Klaus aseguró: "me siento obligado a decir que el mayor reto para la democracia liberal, la economía de mercado y la prosperidad en estos primeros años del siglo XXI no es el comunismo o sus variantes débiles". Y remachó: "el comunismo ha sido reemplazado por la amenaza de los ecologías ambiciosos".
El presidente de la República Checa urgió a los políticos a confiar en los principios del mercado libre, no en la coacción gubernamental. Pese a que la carta estaba dirigida a los legisladores norteamericanos; no deja de ser una voz interesante dentro de una Europa excesivamente burocratizada.
Valorar coste beneficio
Klaus se mostró abiertamente contrario a las regulaciones adoptadas por los llamados "principios preventivos utilizados por los ecologistas para justificar sus recomendaciones y supuestos beneficios que no son capaces de probar". Para el presidente checo, "cada medida política debe estar basada en un análisis del coste y beneficio" y emplazó a la clase política a "estar al corriente de elevadas políticas medioambientales adoptadas en detrimento de otras iniciativas más necesarias".