L D (EFE) En un partido intrascendente al estar ya asignados los puestos para cuartos, el Barcelona ha remontado la desventaja de veinte puntos (102-82) por la que cayó en la primera vuelta en Atenas. Dusko Ivanovic ha visto cumplido su deseo de buen juego en un partido intrascendente, aunque sus hombres salieron fríos a la pista y lo pagaron de inicio bajo aros, donde Dejan Tomasevic se encontró sin oposición alguna para anotar los primeros cuatro puntos de su equipo. La sangría en la pintura, unida a una completa falta de inspiración en ataque, dejó al Barça en blanco durante más de cuatro minutos (0-7).
Ivanovic, que había apostado por Roko Ukic como titular, quizá consciente de las dificultades que encontró Jaka Lakovic en la ida ante su ex equipo, no tuvo más remedio que darle entrada al base esloveno y las cosas empezaron a cambiar. Tan sólo cinco segundos después de que Lakovic pisara el parqué, el Barcelona anotó sus primeros puntos, aunque por medio de Juan Carlos Navarro y desde la línea de tiros libres. La primera canasta de campo tardó un minuto más en llegar, de nuevo obra de Navarro, pero la dinámica de los azulgrana distaba mucho de ser la más adecuada y la ventaja para el Panathinaikos fue a más. Trias sustituyó a Kakiouzis, pero las diferencias se dispararon hasta los ocho puntos (12-20), reducidas a seis al término del primer cuarto (14-20) pero evidenciando las facilidades que los barcelonistas concedían en defensa.
La imagen del Barcelona varió radicalmente en el segundo período, aunque primero llegaría una ventaja máxima para el Panathinaikos de diez puntos (16-26, m.12). Tras un intercambio de triples que dejaba el marcador en un 20-29 se dio paso a un parcial de 21-6 que permitió a los de Dusko Ivanovic irse al descanso con seis puntos de ventaja (41-35). La clave fue primero el acierto desde la línea de tres puntos de Basile, que permitió equilibrar el resultado a los 17 minutos de partido (31-31) y, posteriormente, las acciones de Fran Vázquez bajo aros, con la colaboración de Jordi Trias y de un impecable trabajo en todas las facetas del juego de Grimau.
El nuevo aire de los azulgrana fue a más en los inicios de la segunda mitad, en los que las máximas diferencias se dispararon inicialmente hasta los quince puntos (50-35, m.23). Vázquez estaba lanzado, al igual que Grimau y Basile, mientras que ni Ukic ni Trias desentonaban para desesperación de Zeljko Obradovic, que no paraba de rotar a sus jugadores en busca de una solución. El técnico serbio no encontró el remedio y el Barcelona se volvió a apuntar el segundo cuarto (21-10), gracias en este caso a una excelente defensa que tan sólo rompió en algún momento el ex Milos Vujanic. Tras un sorprendente triple sobre la bocina de Denis Marconato, después de dos previos de Jaka Lakovic, los azulgrana concluyeron el tercer período con un 62-45 que igualaba la máxima anterior.
Con 64-48 en el marcador, el Barça se puso a sólo dos puntos de devolverle al equipo de Obradovic los veinte por los que cayó en Grecia. Los de Dusko Ivanovic repitieron en varias ocasiones la diferencia de 18 puntos (66-48 y 68-50) hasta que, a los 34 minutos, Marconato anotó la canasta que situaba el marcador en esa barrera de veinte puntos (70-50). Después de un 80-50 y un 83-63, el Barcelona estiró la ventaja hasta los 23 puntos (87-64), que se quedaron al final en 21.
Ivanovic, que había apostado por Roko Ukic como titular, quizá consciente de las dificultades que encontró Jaka Lakovic en la ida ante su ex equipo, no tuvo más remedio que darle entrada al base esloveno y las cosas empezaron a cambiar. Tan sólo cinco segundos después de que Lakovic pisara el parqué, el Barcelona anotó sus primeros puntos, aunque por medio de Juan Carlos Navarro y desde la línea de tiros libres. La primera canasta de campo tardó un minuto más en llegar, de nuevo obra de Navarro, pero la dinámica de los azulgrana distaba mucho de ser la más adecuada y la ventaja para el Panathinaikos fue a más. Trias sustituyó a Kakiouzis, pero las diferencias se dispararon hasta los ocho puntos (12-20), reducidas a seis al término del primer cuarto (14-20) pero evidenciando las facilidades que los barcelonistas concedían en defensa.
La imagen del Barcelona varió radicalmente en el segundo período, aunque primero llegaría una ventaja máxima para el Panathinaikos de diez puntos (16-26, m.12). Tras un intercambio de triples que dejaba el marcador en un 20-29 se dio paso a un parcial de 21-6 que permitió a los de Dusko Ivanovic irse al descanso con seis puntos de ventaja (41-35). La clave fue primero el acierto desde la línea de tres puntos de Basile, que permitió equilibrar el resultado a los 17 minutos de partido (31-31) y, posteriormente, las acciones de Fran Vázquez bajo aros, con la colaboración de Jordi Trias y de un impecable trabajo en todas las facetas del juego de Grimau.
El nuevo aire de los azulgrana fue a más en los inicios de la segunda mitad, en los que las máximas diferencias se dispararon inicialmente hasta los quince puntos (50-35, m.23). Vázquez estaba lanzado, al igual que Grimau y Basile, mientras que ni Ukic ni Trias desentonaban para desesperación de Zeljko Obradovic, que no paraba de rotar a sus jugadores en busca de una solución. El técnico serbio no encontró el remedio y el Barcelona se volvió a apuntar el segundo cuarto (21-10), gracias en este caso a una excelente defensa que tan sólo rompió en algún momento el ex Milos Vujanic. Tras un sorprendente triple sobre la bocina de Denis Marconato, después de dos previos de Jaka Lakovic, los azulgrana concluyeron el tercer período con un 62-45 que igualaba la máxima anterior.
Con 64-48 en el marcador, el Barça se puso a sólo dos puntos de devolverle al equipo de Obradovic los veinte por los que cayó en Grecia. Los de Dusko Ivanovic repitieron en varias ocasiones la diferencia de 18 puntos (66-48 y 68-50) hasta que, a los 34 minutos, Marconato anotó la canasta que situaba el marcador en esa barrera de veinte puntos (70-50). Después de un 80-50 y un 83-63, el Barcelona estiró la ventaja hasta los 23 puntos (87-64), que se quedaron al final en 21.
Intrascendente derrota del Unicaja
Por su parte, el Unicaja ha acabado la segunda fase de la Euroliga con una derrota abultada frente al Aris Salónica griego, aunque el equipo malagueño no se empleó a fondo y pensó más en el partido del domingo ante el DKV Joventut de la Liga ACB, ya que llegó a la ciudad griega clasificado para los cuartos de final y como primero de grupo. A excepción de los primeros minutos, el conjunto de Sergio Scariolo tuvo escasas opciones debido a que se encontró a un Aris muy centrado, que buscó desde el inicio la victoria, que supone la primera de los griegos en esta segunda fase. Scariolo utilizó a todos los jugadores que desplazó a Salónica, incluido el escolta Alfonso Sánchez, que fue uno de los que cumplió, a pesar de la diferencia de uno y otro equipo. El primer cuarto fue el más igualado (17-12), pero el Aris se distanció a partir del segundo gracias a la intensidad mostrada en defensa, que maniató a los tiradores cajistas, y al gran acierto en el tiro exterior, quizás por la endeblez en el sistema defensivo de los visitantes. Al descanso se llegó con un parcial de 38-23.
En la reanudación, la ventaja fue aumentando para los locales, donde jugaron todos los efectivos de la plantilla de Andrea Mazzon, más centrados y más metidos en el encuentro que el Unicaja, que viajó de vacaciones a la ciudad griega. Las diferencias fueron importantes: 61-42 en el minuto 33 y 83-65 al final del partido.