L D (EFE) Los zaragozanos comenzaron el partido bien asentados sobre la pista y atacando con más facilidad de la prevista la defensa de los daneses que defendieron en 5-1 y en los cinco primeros minutos mandaron en el marcador aunque alternando con los empates. Tras la igualada a tres, los daneses se pusieron por primera vez por delante en el marcador sabiendo atacar la habitual defensa aragonesa en 6-0 tanto con lanzamientos desde nueve metros como buscando los seis metros.
La circulación de balón de los zaragozanos no era todo lo fluida que suele ser habitualmente a lo que se unieron varias pérdidas de balón que no desaprovecharon los hombres que dirige el islandés Aron Kristjansson. No obstante, los daneses no conseguían escaparse en el marcador y su máxima ventaja en los veinticinco primeros minutos no pasó de los dos goles, pero en la recta final un penalti fallado por Zaki y dos pérdidas de balón les permitieron llegar a los tres goles de ventaja e irse con esta renta al descanso.
El inicio de la segunda parte fue un cúmulo de desaciertos por uno y otro bando que cometieron errores de bulto e impropios de dos equipos profesionales y tardaron más de tres minutos en anotar el primer tanto. A los hombres de Veroljub Kosovac les costaba mucho mover con fluidez el balón y en muy pocas ocasiones fueron capaces de alcanzar un buen nivel de juego además de estrellarse ante un inspiradísimo Kim Andersen que bajo los palos permitió a su equipo no verse acosado en el marcador por los zaragozanos. Los daneses se estrellaron durante muchos minutos contra el techo de los cuatro goles de diferencia que no sabían como superar y que lo lograron a falta de 3:10 (27-23).
Pero una vez conseguido además coincidió en las siguientes jugadas con el de mayor desconcierto de los aragoneses que vieron como se les pudo complicar mucho más la eliminatoria, ya que su rival tuvo en sus manos alcanzar los seis goles de ventaja, aunque el postrero gol de Dalibor Doder les permitió dejar en cuatro la desventaja.