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Bruselas recorta su previsión de crecimiento para España y la eleva para la zona euro

La Comisión Europea ha recortado su previsión de crecimiento económico para España, hasta el 3,1 por ciento en 2006 y hasta el 2,8 por ciento en 2007, en lugar del 3,2 por ciento y del 3 por ciento que había pronosticado el pasado noviembre. Asimismo, ha aumentado de nuevo su previsión de inflación, hasta el 3,6 por ciento este año. En lo que respecta a la zona euro y el resto de la UE, la CE ha revisado al alza sus últimas previsiones.

La Comisión Europea ha recortado su previsión de crecimiento económico para España, hasta el 3,1 por ciento en 2006 y hasta el 2,8 por ciento en 2007, en lugar del 3,2 por ciento y del 3 por ciento que había pronosticado el pasado noviembre. Asimismo, ha aumentado de nuevo su previsión de inflación, hasta el 3,6 por ciento este año. En lo que respecta a la zona euro y el resto de la UE, la CE ha revisado al alza sus últimas previsiones.

L D (Agencias) La economía española crecerá el 3,1 por ciento en 2006 y se desacelerará ligeramente en 2007, hasta el 2,8 por ciento, según las últimas previsiones de la Comisión Europea. Además, el Ejecutivo comunitario espera un aumento de los precios este año del 3,6 por ciento, lo que situará el diferencial de inflación con la zona euro en 1,4 puntos, pero se reducirá en 2007, hasta el 3,1 por ciento, con un diferencial de 0,9 puntos.

En lo que respecta al resto de Europa, la Comisión Europea espera que el crecimiento económico en 2006 sea del 2,1 por ciento en la zona euro y del 2,3 por ciento en el conjunto de la UE, muy superior al 1,3 por ciento y al 1,6 por ciento que se registró en 2005. Estas cifras suponen una revisión al alza de dos décimas respecto a las previsiones publicadas por Bruselas hace seis meses. La inflación se mantendrá en el 2,2 por ciento pese a los altos precios del petróleo, que se mantiene como el principal riesgo.

La Comisión atribuye el mantenimiento del diferencial de inflación entre España y la zona euro a factores estructurales, como la insuficiente competencia en algunos sectores, y las rigideces que todavía existen en el mercado laboral. La creación de empleo seguirá fuerte, pero se moderará respecto a 2005 -cuando estuvo impulsada por la regularización de inmigrantes-, con avances del 2,7 por ciento en 2006 y del 2,2 por ciento en 2007, debido a la moderación de la actividad y, sobre todo, del sector de la construcción, explica Bruselas.

Esa evolución reducirá el nivel del desempleo al final de 2007 al 8,3 por ciento de la población activa, sólo una décima más que en la UE y la zona euro. Sobre la composición del crecimiento, la CE indica que el dinamismo seguirá basado en la fuerte demanda interna, que avanzará en 2006 el 4,5 por ciento –frente al 5,3 por ciento en 2005, mientras que el sector exterior restará 1,3 puntos al PIB– seis décimas menos.

A pesar de las expectativas de incremento de los tipos de interés, el consumo privado seguirá creciendo por encima de la renta disponible, con lo que continuará reduciéndose la tasa de ahorro de los hogares, al tiempo que aumenta su nivel de endeudamiento, advierte el Ejecutivo de la UE. Dentro de la inversión, la Comisión vaticina que el componente de equipo seguirá fuerte, en tanto que se moderará el avance de la construcción.

Aunque las exportaciones se acelerarán ligeramente –pasarán de crecer el 1 por ciento en 2005 al 2 por ciento–, Bruselas incide que esta tasa seguirá por debajo de la media del comercio mundial, debido al deterioro de la competitividad, que seguirá reduciendo la cuota de las exportaciones españolas.

Así, el sector exterior continuará afectando negativamente al crecimiento y el déficit comercial se ampliará, hasta representar en 2006 cerca del 8,5 por ciento del PIB nacional. Esta situación no variará significativamente en 2007, cree Bruselas, que no espera mejoras importantes en términos de productividad ni de diferencial de inflación con los principales socios comerciales.

Calcula que las exportaciones crecerán algo más, el 2,3 por ciento, y que la contribución negativa del sector exterior se reducirá a cerca de un punto porcentual, pero el déficit comercial no dejará de aumentar, hasta llegar al 9 por ciento del PIB. Precisa, además, que la aceleración de las exportaciones depende de la prevista recuperación del sector del automóvil -impulsada por el lanzamiento de nuevos modelos por diversas marcas- y que, en caso de no producirse, redundará en el crecimiento.

Alude a otros riesgos que pueden perjudicar a la demanda interna, como el creciente endeudamiento de las familias, el reducido avance de la productividad, la persistencia de diferencial de inflación con la zona euro y el aumento del déficit exterior, aunque ve improbable una brusca desaceleración de la actividad.

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