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Acusan de negligencia y violación de las leyes de seguridad al capitán y cinco tripulantes del crucero Sea Diamond

El capitán del crucero Sea Diamond junto con otros cinco miembros de su tripulación han sido puestos en libertad después de que fueran arrestados tras el naufragio del pasado jueves; que, hasta el momento, ha dejado dos desaparecidos, decenas de heridos y una fractura en el casco que está vertiendo el mar parte del combustible. Por ello, se enfrentan a los cargos de negligencia, violación de las leyes de seguridad de navegación y contaminación del medio ambiente. Durante esta jornada, al menos medio centenar de turistas españoles, que viajaban en el barco, han regresado a España. Todos ellos han comentado que vivieron con "angustia" la evacuación del barco.

El capitán del crucero Sea Diamond junto con otros cinco miembros de su tripulación han sido puestos en libertad después de que fueran arrestados tras el naufragio del pasado jueves; que, hasta el momento, ha dejado dos desaparecidos, decenas de heridos y una fractura en el casco que está vertiendo el mar parte del combustible. Por ello, se enfrentan a los cargos de negligencia, violación de las leyes de seguridad de navegación y contaminación del medio ambiente. Durante esta jornada, al menos medio centenar de turistas españoles, que viajaban en el barco, han regresado a España. Todos ellos han comentado que vivieron con "angustia" la evacuación del barco.
L D (Europa Press) El viernes regresó una veintena de turistas madrileños a Madrid y otros tantos a Barcelona, según comentaron los propios pasajeros, en dos vuelos de Iberia procedentes de Atenas, cuyos pasajes había gestionado la embajada de España en Grecia. La compañía aérea indicó este sábado a Efe que no habían recibido más peticiones de la delegación diplomática y detallaron que durante la pasada jornada cambiaron los aviones con los que habitualmente se realizan estas rutas por otras aeronaves de mayor capacidad y pusieron a disposición de la embajada 80 plazas en los dos vuelos.

Entre los pasajeros que llegaron el viernes a Madrid se encontraba un matrimonio y su hijo, que se fracturó una mano en el accidente, y que agradecieron las gestiones realizadas por la embajada española y el trato de la población de la isla griega de Santorini, que les facilitaron comida y alojamiento en hoteles, así como desarrollaron una gran labor de apoyo en la evacuación del crucero.

Sin embargo, Enrique Alonso, criticó el procedimiento de evacuación realizado por la naviera a la que pertenece el crucero hundido Diamond Sea, la compañía Louis Cruiser Airlines, ya que dijo que tardaron cuatro horas en el proceso.

Su mujer Laura Toledano, manifestó a su llegada a Barajas, que habían embarcado en el crucero el pasado miércoles para una travesía de cuatro días y comentó que estaba tomando fotografías en la cubierta del barco, mientras este realizaba la maniobra de fondeo en Santorini, cuando oyeron un golpe muy fuerte y un crujido.

"Pero los de la naviera no dieron la voz de alarma, ni dijeron nada. Les veíamos con los chalecos y sólo nos decían que estuviéramos tranquilos", relató y señaló que a los tres cuartos de hora de escucharse el golpe la gente empezó a gritar que había agua en la segunda planta. En esa planta se encontraba su hijo por lo que Laura Toledano se dirigió a esa zona y comprobó que los pasajeros estaban ya empezando a subir a la cubierta.

Por su parte, su marido señaló que el sistema de evacuación fue "un caos. No se podían bajar las dos lanchas de salvamento de la cubierta porque no había electricidad y cuando lo consiguieron, como el barco estaba escorado, daban con la nave".

Según su relato, en un espacio breve de tiempo comenzaron a llegar barcos de apoyo desde Santorini, pero no se podía acceder a ellos y señaló que la evacuación se consiguió finalmente gracias a un barco que transporta un camión de basuras entre las islas y que "abrió la rampa de acceso, donde se pusieron unas colchonetas".

"Durante todo ese tiempo pensé unas 100 veces en tirarme al agua, aunque también era difícil, ya que no había chalecos salvavidas porque estaban en los camarotes y no podíamos acceder a ellos", dijo. Además, dijo que en el barco no hubo asistencia médica y recordó que su hijo se fracturó la mano.

El crucero se hundió 15 horas después del siniestro, que tuvo lugar sobre las 15.30 horas del jueves, en una zona de 240 metros de profundidad y hay dos ciudadanos franceses desaparecidos, un padre y su hija. En el barco viajaban 1.155 turistas, de los que 112 eran españoles, 108 adultos y 4 niños.

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