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El Real Madrid enseña sus garras al Lietuvos Rytas y se proclama campeón de la Copa ULEB (75-87)

Liderado por Charles Smith y Louis Bullock, el Real Madrid ha conseguido un gran triunfo ante el Lietuvos Rytas que le permite conquistar la Copa ULEB, el único trofeo europeo que faltaba en sus vitrinas, y, de paso, acabar con diez años de sequía en el Viejo Continente tras haber ganado la ya desaparecida Recopa en 1997. El conjunto blanco, que ha contado también con el gran trabajo de Felipe Reyes, Mumbrú y Hervelle, puso la directa hacia el título en el tercer cuarto y en el último sólo tuvo que contemporizar y aguantar el ímpetu del conjunto lituano, que jugaba ya con más corazón que cabeza.
Historial de la Copa ULEB

Liderado por Charles Smith y Louis Bullock, el Real Madrid ha conseguido un gran triunfo ante el Lietuvos Rytas que le permite conquistar la Copa ULEB, el único trofeo europeo que faltaba en sus vitrinas, y, de paso, acabar con diez años de sequía en el Viejo Continente tras haber ganado la ya desaparecida Recopa en 1997. El conjunto blanco, que ha contado también con el gran trabajo de Felipe Reyes, Mumbrú y Hervelle, puso la directa hacia el título en el tercer cuarto y en el último sólo tuvo que contemporizar y aguantar el ímpetu del conjunto lituano, que jugaba ya con más corazón que cabeza.Historial de la Copa ULEB

L D (EFE) Charles Smith, mano a mano con Bullock, dio la puntilla al inmenso partido de Mumbrú, Reyes y Hervelle, y amarró la victoria que, además de ampliar el historial continental de los blancos, los conduce directamente a la próxima edición de la Euroliga. Toda una fiesta. Las finales siempre esconden sorpresas, aunque el Lietuvos queda excluido de esa categoría. El estado mental del Madrid para el partido sí engordaba los enigmas cubiertos por el velo de la incertidumbre. La experiencia es un grado y, desde luego, la puesta en escena de los blancos mejoró con creces con respecto a la de hace tres años que le costó el título contra el Hapoel Jerusalén en el mismo escenario, aunque lo mejor lo reservó para la segunda mitad.

El equipo báltico, en cualquier caso, habría hecho una carnicería frente a un Madrid como aquel. Ante el de Joan Plaza, aunque no tenga el día o le falten muchos enteros, las cosas son mucho más difíciles. Tanto es así que, sin jugar bien en sentido amplio, con la fase de adaptación a la final ya cubierta y el primer tiempo agotado, los blancos transmitían la sensación de caminar un paso por delante de su rival pese a ir por detrás (41-40). El Lietuvos se encontró con un adversario tocado por la inspiración y el acierto de tres hombres a la vez: Reyes, Mumbrú y Hervelle. Estos tres actuaron de carburante hasta el descanso y taparon las deficiencias defensivas -perfectamente aprovechadas por los lituanos- y la falta de adaptación al choque de hombres importantes.

El hecho de moverse la mayor parte del tiempo por delante en el marcador ayudó al Madrid a mantener la cohesión ante un rival de excelente calidad, que acabó el primer tiempo en ventaja gracias a una mayor amplitud colectiva. Reyes, un coloso debajo de los dos aros, firmó 14 puntos antes del descanso, mientras que Mumbrú hizo nueve y Hervelle, seis. Eso sí, la aportación del belga hay que medirla también en aspectos tan intangibles como el deseo de victoria y la capacidad de sacrificio.

Pero la inspiración de estos tres hombres no pudo imponerse en los primeros veinte minutos a la mayor abundancia de recursos ofensivos del Lietuvos. Nueve hombres del cuadro báltico anotaron en algún momento con anterioridad al intermedio. Tres menos por parte madridista y, además, sin que el jugador habitualmente más productivo -Bullock- alcanzara el grado de protagonismo que le caracteriza. En el Lietuvos todo era equilibrio, desde el reparto de los puntos hasta la batalla reboteadora, donde ambos conjuntos han liderado la competición durante toda la temporada con una ligera ventaja para los chicos de Joan Plaza. El Madrid necesitaba interpretar eso dos primeros cuartos para ajustar la defensa, para cerrar el exceso de vías hacia el aro que encontraba el bloque dirigido por el serbio Alexander Trifunovic. Necesitaba romper el partido, dar el estirón... con paciencia, pero sin pausa.

Y a eso se aplicaron los blancos a la vuelta del vestuario. Bullock cobró peso delante del aro báltico, donde Reyes y Hervelle daban una lección de entrega y compromiso. Los distanciamientos previos al ecuador del encuentro habían terminado en nada, aunque la diferencia más larga sólo había establecido siete de distancia. Mediado el tercer cuarto, el Madrid ya la tenía otra vez en el bolsillo (43-50 y 45-52, m.25). Smith traspasó esa barrera desde el arco de triples a cuatro minutos para la conclusión del período (47-55). La final se estaba decidiendo en esos instantes. Ahí normalmente merodea Bullock. El norteamericano parecía más cómodo que en la primera parte y secundó a Charles Smith para poner al Lietuvos en una situación muy delicada. O reaccionaba o empezaba a ceder el triunfo (48-58, m.27).

Trifunovic detuvo el juego con un tiempo muerto. Fue su penúltima intentona. Bullock anotó un contraataque en solitario, Smith volvió a los 6,25 metros y el Madrid agarró un asa de la Copa ULEB gracias a un parcial de 0-8 (48-63, m.28). Si el líder de la ACB hubiese atado en corto al ex jugador del Lagun Aro Bilbao Ivan Koljevic y hubiese acoplado mejor algunas situaciones ofensivas de los lituanos, la sentencia habría sido incuestionable. No lo hizo y el Lietuvos arrancó el último período a once puntos de distancia, pero todavía con opciones (58-69). Opciones que murieron frente a un Madrid, ya sí, absolutamente enchufado al choque, con Bullock en su papel, Hervelle y Reyes como dos gladiadores y, en especial, con Smith disparando sin fallos casi y una cuenta con seis triples y un tiro libre (19 puntos a 7:50 minutos para la bocina).

El título y el pasaporte para la próxima Euroliga hablaban español. Perder o ganar ya sólo dependía del Madrid, de lo que pasase quedaba al margen del Lietuvos, que se acercó a ocho puntos (72-80). El cuadro lituano aguantó hasta ahí y cayó con orgullo y deportividad. Jugó como un gran equipo y dio la mano a un gran vencedor. Los blancos ya han conquistado todos los títulos europeos. Hacía diez que no lograban uno. Ahora cuentan con título y con pasaporte para la máxima competición europea de clubes.



¡Enhorabuena, campeones!


Ficha técnica del partido

Lietuvos Rytas 75 (18+23+17+17): Stelmahers (4), Rush (10), Jomantas (7), Petravicius (8), Nielsen (11) -cinco inicial-, Lukauskis (-), Koljevic (9), Zukauskas (5), Delinkaitis (9), Slezas (3) y Batista (9)
Real Madrid 87 (22+18+29+18): López (5), Bullock (16), Mumbrú (9), Hervelle (10), Reyes (16) -cinco inicial-, Smith (19), Sekulic (7), Tunceri (5) y Tomas (-)

Árbitros: Kokoulekidis (Grecia), Facchini (Italia) y Chambon (Francia). Sin eliminados
Incidencias: Final de la Copa ULEB 2006-07 disputada en el Spiroudome de Charleroi (Bélgica) ante unos 6.500 espectadores

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