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El príncipe Enrique de Inglaterra se queda sin servir al ejército en Irak por las amenazas directas contra él y sus acompañantes

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra británico, general Richard Dannat anunció este miércoles que el príncipe Enrique de Inglaterra no servirá finalmente en Irak al haber recibido una serie de amenazas específicas. "Tras una visita a Irak la semana pasada, tuve conocimiento de varias amenazas específicas directamente relacionadas con el príncipe Enrique y sus acompañantes, y no estoy dispuesto a correr riesgos", afirmó Dannat. El general admitió que Enrique, de 22 años y tercero en la línea de sucesión al trono británico, se sentirá "muy decepcionado" por la decisión.

El jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra británico, general Richard Dannat anunció este miércoles que el príncipe Enrique de Inglaterra no servirá finalmente en Irak al haber recibido una serie de amenazas específicas. "Tras una visita a Irak la semana pasada, tuve conocimiento de varias amenazas específicas directamente relacionadas con el príncipe Enrique y sus acompañantes, y no estoy dispuesto a correr riesgos", afirmó Dannat. El general admitió que Enrique, de 22 años y tercero en la línea de sucesión al trono británico, se sentirá "muy decepcionado" por la decisión.
L D (EFE) En una declaración hecha en el Ministerio de Defensa, el general Dannat explicó que "uno de los factores que han contribuido a mi decisión ha sido el conocimiento y la discusión del despliegue del príncipe en los medios de comunicación".
 
 Dannat, que el pasado abril aún insistía en que el joven prestaría servicio en Irak, indicó que "he pedido a sus superiores que impulsen su carrera, pero no voy a especular sobre eso" y agregó que los soldados que iban a estar a cargo del príncipe "echarán de menos su liderazgo en Irak".

Tras la intervención del general, el propio Enrique se declaró "muy decepcionado", aunque "no abandonará el Ejército", según un comunicado emitido por Clarence House, residencia oficial en Londres del príncipe Carlos, heredero a la Corona y padre del joven.

Según la nota, el príncipe, con rango de teniente segundo, "entiende y acepta completamente" la decisión del general, toda vez que "continúa comprometido con su carrera en el Ejército". Enrique siempre ha manifestado su deseo de servir a su país en el frente, hasta el punto de haber confesado a sus amigos que dejaría el Ejército si no se le permitía cumplir ese propósito, según informó la prensa británica.

El príncipe, hijo de Carlos de Inglaterra y la difunta princesa Diana de Gales, tenía previsto ser enviado a Irak este mes de mayo al mando de una unidad de doce soldados y cuatro vehículos acorazados de reconocimiento Scimitar. El joven iba a operar en las filas de su batallón, el "Blues and Royals" de la Guardia Real, el regimiento más importante y antiguo del Ejército de Tierra británico, al que también pertenece su hermano Guillermo, de 24 años, con rango de teniente segundo.

Aunque Dannat no precisó las amenazas que pesan sobre Enrique, el diario "The Sun", que ya adelantó el pasado mes que el príncipe podía ver frustrado su sueño de trabajar en Irak, afirmó entonces que terroristas fanáticos amenazaban con matar o capturar al joven. Asimismo, el Ejército temía que su presencia en Irak pudiera alentar los ataques contra las tropas británicas.

De haber sido movilizado en el país árabe, Enrique se habría convertido en el primer miembro destacado de la Familia Real en ir al frente desde la Guerra de las Malvinas (1982), que enfrentó al Reino Unido y Argentina por la soberanía de esas islas. En ese conflicto participó el príncipe Andrés, tercer hijo de la reina Isabel II y tío de Enrique, quien pilotó un helicóptero artillado de la Armada británica. No obstante, la decisión del general Dannat fue criticada por Reg Keys, padre de un soldado británico muerto en Irak en el 2003: "Parece –opinó Keys– que la vida de Enrique vale más que la de mi hijo y las de los casi 150 militares que han dado sus vidas.
 
Por su parte, Downing Street, residencia oficial del primer ministro, Tony Blair, dijo que respetaba la decisión del Ejército, mientras Desmond Swayne, diputado del opositor Partido Conservador, señaló que la medida supone una victoria para la insurgencia iraquí.

Un total de 148 efectivos de las Fuerzas Armadas británicas han fallecido en el país mesopotámico, 119 de ellos por fuego hostil, desde el comienzo de la invasión liderada por EEUU en el 2003. El Reino Unido tiene destacados en Irak unos 7.100 militares, la mayoría en la provincia meridional de Basora, aunque ese contingente se reducirá a menos de 5.000 soldados antes de acabar el año, según anunció Tony Blair ante el Parlamento en febrero pasado.

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