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Romario marca al fin el gol número 1.000 de su carrera y mantiene la incógnita sobre una posible retirada

Romario de Souza, quien a los 41 años se ha convertido en el segundo brasileño en alcanzar la marca histórica de 1.000 goles en partidos profesionales, ha dado a entender que no se retirará de inmediato del fútbol. "No voy a parar hoy, pero si tuviera que hacerlo, pararía feliz", decía el delantero antes periodistas mientras abandonaba el terreno del estadio San Januario de Río de Janeiro. Romario era sustituido en el minuto 40 del segundo tiempo por el joven Alan Kardec. Su equipo terminaba derrotando al Sport Clube de Recife por 3-1.

Romario de Souza, quien a los 41 años se ha convertido en el segundo brasileño en alcanzar la marca histórica de 1.000 goles en partidos profesionales, ha dado a entender que no se retirará de inmediato del fútbol. "No voy a parar hoy, pero si tuviera que hacerlo, pararía feliz", decía el delantero antes periodistas mientras abandonaba el terreno del estadio San Januario de Río de Janeiro. Romario era sustituido en el minuto 40 del segundo tiempo por el joven Alan Kardec. Su equipo terminaba derrotando al Sport Clube de Recife por 3-1.
L D (EFE) "Es complicado parar. Pero hay pensar que de aquí en adelante debo acostumbrarme a eso, pues va a ocurrir naturalmente", declaraba Romario, un poco más sereno después de haber llorado de emoción en medio del homenaje que su equipo y el público le dispensaron tras marcar de penalti al comienzo del segundo tiempo. "Por increíble que parezca fue más fácil marcar los 13 primeros que este último", comentaba sobre el estrés que rodeaba esta marca que comenzó a perseguir más decididamente a principios de año.

El gol llegó poco después de que su equipo regresara al terreno tras el descanso. El primer tiempo terminó con un triunfo parcial del Vasco por 2-0, con dos goles marcados por el delantero André Dias (ms. 3 y 37). El ex jugador del Barcelona, Valencia y PSV Eindhoven tuvo su oportunidad cuando en el minuto 47 su compañero Abedi avanzó por la banda derecha y cruzó para el centro del área. El balón pegó en la mano de Durval y el árbitro decretó la pena máxima.

Paradójicamente fue Durval quien en el minuto 26 había impedido, con un rechazo de cabeza ya encima de la línea de gol, que Romario anotara con un disparo tras recibir un pase de Guilherme, en una de las tres oportunidades claras de anotar en movimiento. "Con la carrera llegando cerca del final es todo difícil. Pero llegada la marca me quedo más feliz", decía Romario poco después de anotar.

El partido fue suspendido durante 17 minutos para rendir honores al 'Bajito', que se convierte en el segundo jugador profesional en alcanzar la marca de 1.000 goles después de que lo lograra Edson Arantes do Nascimento 'Pelé'. En medio de un enjambre de periodistas y amigos, Romario abrazó a sus hijos pequeños y a toda su familia, que lo ha acompañado en el estadio San Januario de Río de Janeiro. "Engordé y adelgacé a lo largo de mi carrera. Algunos decían que siguiera, otros que tenía que parar. Pero era consciente de mi objetivo. Cuando vi que podía llegar a esa marca cambié de idea. Gracias a todos", agregaba.

La madre del artillero, Dona Lita, le llevó una nueva camisa con el número 1.000 y que sustituyó a la que Romario llevaba con el número 999 y con la que había salido al terreno de juego. El balón histórico queda en manos de Romarito, uno de sus hijos pequeños y poco después el jugador posó para las cámaras intentando contener las lágrimas en medio de un homenaje organizado por la directiva del Vasco de Gama. Antes de que se reanudara el encuentro, Romario dio la vuelta olímpica al San Januario acompañado por aficionados, familiares y amigos.

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