L D (EFE) En el texto asegura que se deben cumplir cuatro objetivos: "controlar los flujos migratorios, favorecer la integración, promover la identidad francesa y alentar el co-desarrollo". La promesa de Sarkozy, durante la campaña presidencial, de crear un Ministerio de la Inmigración e Identidad Nacional suscitó fuertes críticas de la oposición de izquierdas y de asociaciones de defensa de inmigrantes y derechos humanos.
"Vincular inmigración, integración e identidad no tiene nada de vergonzoso (...) La promoción de nuestra identidad no revela estrictamente ninguna hostilidad hacia los extranjeros" ni afecta a la diversidad, replica Hortefeux, que esta semana abrió una ronda de contactos con representantes de estas asociaciones.
En materia de flujos migratorios, combatir la inmigración ilegal seguirá siendo "una prioridad absoluta", dijo, para después añadir que controlar la inmigración no es sólo "regularla sino escogerla".
Tras señalar que hoy en Francia sólo el 7 por ciento de los permisos de residencia son otorgados por razones profesionales, apostó por "seleccionar mejor a los inmigrantes y alentar la inmigración por razones profesionales".
"Sin practicar un saqueo de cerebros, debemos favorecer su circulación", afirmó. En paralelo, defendió el endurecimiento previsto de las condiciones del reagrupamiento familiar. El primer ministro, François Fillon, aseguró el jueves que el proyecto de ley sobre inmigración será presentado al Parlamento en julio.
En cuanto al co-desarrollo, Hortefeux aboga porque una mayor parte de las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países de origen se destine a proyectos de inversiones "productivas".
Actualmente el 80% de esos fondos se destinan al consumo, señaló, al anunciar la creación de "cuentas de ahorro co-desarrollo" para canalizar el ahorro de los inmigrantes hacia proyectos de inversión económica en sus países de origen.