(Libertad Digital) Nadal ha hundido psicológicamente a Hewitt para vencerle por un claro 6-3, 6-1 y 7-6 (7-5) en dos horas y 21 minutos. El segundo torneo de 'Grand Slam' de la temporada se asegura ya un semifinalista español porque Nadal se medirá en esa ronda 'Charly' Moyá, que derrotaba previamente a Jonas Bjorkman por 7-6 (7-5), 6-2 y 7-5.
Sin jugar un partido espectacular, sobre todo en los dos primeros sets, pero aprovechando al máximo su habilidad en tierra, sus deslizamientos y control de bola, colocándola lo más alto posible, el manacorense liquidaba a quien ha sido una de sus bestias negras, para lograr la segunda victoria consecutiva sobre el de Adelaida este año, mucho más holgada y con mayor frescura que la que se anotó en las semifinales del Masters Series de Hamburgo.
Hewitt estuvo desconocido de inicio, ganando sólo tres puntos en los tres primeros juegos, uno de ellos con un 'ace' y otro con un error no forzado del español. Desbordado por la velocidad de bola de Nadal, vio esfumarse los dos primeros sets. Desamparado sin la presencia en la grada de sus padres, Glynn y Cherilyn, por primera vez, y sin un entrenador que le soplase algo, el 'aussie' naufragó. Sólo en el tercer set la garra de Hewitt encontró sitio ante el juego de Nadal, hasta provocar el desempate, donde incluso tuvo ventaja de 4-2. Pero la voluntad del español no se resquebrajó y dos fallos finales del de Adelaida, con derechas a la red, provocaron su derrota.
Moyá, en su segunda juventud
Ahora a Nadal le espera Carlos Moyá, que se ha situado por cuarta vez en su carrera en los cuartos de final. El campeón de la edición de 1998 regresa de nuevo a esta ronda después de tres años, cuando fue eliminado por el argentino Guillermo Coria en tres sets. Recordando mejores tiempos, Moyá se impuso en dos horas y 38 minutos. Además lo hizo en una pista que no le trae demasiados buenos recuerdos, la Suzanne Lenglen, más lenta que la Philippe Chatrier y donde el mallorquín había perdido en cuatro ocasiones.
El partido no comenzó con buenos augurios para el mallorquín, que cedió una ventaja de 3-0, pero poco a poco se fue recuperando y, apoyado por el público francés, fue enderezando el encuentro. Finalista este año en Sydney y Acapulco, semifinalista en Chennai y Hamburgo, fue en éste último torneo donde Moyá comenzó a calibrar mejor su juego sobre tierra batida, en una campaña en la que no había salió demasiado contento, al ganar sólo dos partidos en Barcelona y perder a la primera en los Masters Series de Roma y Montecarlo.
Verdasco se despide con la cabeza alta
También está en cuartos de final el ruso Igor Andreev, el útimo jugador que había derrotado a Nadal en tierra batida -cuartos de final del Abierto de la Comunidad Valenciana 2005- antes de que Roger Federer le rompiera el récord de 81 victorias consecutivas en esta superficie. Andreev ha vencido al chipriota Marcos Baghdatis, por 2-6, 6-1, 6-3 y 6-4, en dos horas y 58 minutos, y se enfrentará contra el serbio Novak Djokovic, verdugo del español Fernando Verdasco por 6-3, 6-3 y 7-6 (7-1).
El madrileño de 23 años completa así su mejor actuación en el segundo 'Grand Slam' del año, pues en las tres precedentes participaciones no había superado la segunda ronda. Verdasco fue inferior a un gran Djokovic al que había derrotado en las dos veces que se habían enfrentado con anterioridad, aunque entonces el serbio no había dado el salto espectacular en su tenis de los últimos meses. El jugador zurdo español se marcha de París tras haber derrotado a dos cabezas de serie, su compatriota David Ferrer (12) y el ruso Dmtriy Tursunov (21).