L D (Agencias) Iglesia recordó que los comandantes son los responsables de los pasajeros dentro de un avión y los expulsados son viajeros de "movilidad reducida" para los que no hay una normativa especial. Dijo que en el caso de que se produzca una situación de emergencia es dudoso que estas personas tengan las garantías suficientes para poder resolverla, ya que en algunos casos viajan esposados.
Recordó que en muchos casos los traslados de expulsados se realizan en vuelos comerciales, junto al resto de viajeros, y en ocasiones se organizan vuelos especiales en aviones alquilados por el Ministerio del Interior a compañías aéreas en los que la totalidad del pasaje está formada por deportados y agentes policiales que les custodian. Javier Iglesia señaló que al principio las personas expulsadas eran inadmitidos que no creaban problemas, pero cada vez son más frecuentes "los deportados conflictivos" que organizan protestas en las aeronaves para evitar el viaje.
Aseguró que el SEPLA ha comunicado su inquietud al Ministerio del Interior y expresó su esperanza de que se tome una decisión antes de que llegue el verano, fecha en la que se "dispara" el número de deportados con la llegada de cayucos a las costas españolas. Desde el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Líneas Aéreas (SITCPLA) se pidió también que los expulsados no viajen en aviones de línea regular, ya que este hecho pone en riesgo la seguridad del vuelo.
Una opinión que comparte el Sindicato de Tripulantes de Vuelo de Líneas Aéreas (STAVLA), que dijo que estos traslados generan inseguridad tanto en el pasajero como en el tripulante. STAVLA aseguró que no en todos los casos estas personas viajan acompañadas de personal de seguridad, ya que esta decisión la adoptan las autoridades competentes según estimen si un pasajero es potencialmente peligroso o no.
En este sentido, las fuentes de STAVLA indicaron que los tripulantes de cabina no cuentan "ni con los medios ni con la formación adecuada para hacer frente a una situación violenta que pueda producir a bordo uno de estos pasajeros que no viajan acompañados".
Recordó que en muchos casos los traslados de expulsados se realizan en vuelos comerciales, junto al resto de viajeros, y en ocasiones se organizan vuelos especiales en aviones alquilados por el Ministerio del Interior a compañías aéreas en los que la totalidad del pasaje está formada por deportados y agentes policiales que les custodian. Javier Iglesia señaló que al principio las personas expulsadas eran inadmitidos que no creaban problemas, pero cada vez son más frecuentes "los deportados conflictivos" que organizan protestas en las aeronaves para evitar el viaje.
Aseguró que el SEPLA ha comunicado su inquietud al Ministerio del Interior y expresó su esperanza de que se tome una decisión antes de que llegue el verano, fecha en la que se "dispara" el número de deportados con la llegada de cayucos a las costas españolas. Desde el Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Líneas Aéreas (SITCPLA) se pidió también que los expulsados no viajen en aviones de línea regular, ya que este hecho pone en riesgo la seguridad del vuelo.
Una opinión que comparte el Sindicato de Tripulantes de Vuelo de Líneas Aéreas (STAVLA), que dijo que estos traslados generan inseguridad tanto en el pasajero como en el tripulante. STAVLA aseguró que no en todos los casos estas personas viajan acompañadas de personal de seguridad, ya que esta decisión la adoptan las autoridades competentes según estimen si un pasajero es potencialmente peligroso o no.
En este sentido, las fuentes de STAVLA indicaron que los tripulantes de cabina no cuentan "ni con los medios ni con la formación adecuada para hacer frente a una situación violenta que pueda producir a bordo uno de estos pasajeros que no viajan acompañados".