L D (Carlos Morenilla/Valencia) Hace unos días los periodistas más veteranos de la America´s Cup hacían sus análisis de lo que va a ser la gran final. De sus declaraciones lo más sorprendente es que descubrían que New Zealand había utilizado más velas de las previstas en la Louis Vuitton Cup. El número de repuestos está limitado para todas las embarcaciones con el fin de igualar las posibilidades de victoria de los desafíos menos poderosos económicamente. En esto, pasa igual que en la Fórmula Uno de automovilismo con los neumáticos. En realidad, esto se ha convertido en una pequeña ventaja para Alinghi, que ha podido dosificar mejor su material al no tener la imperiosa necesidad de ganar ninguna regata. En los entrenamientos, no es necesario apurar tanto el material por grande que sea la intensidad con que se entrene. Esto ha venido a confirmarse con la falta de navegación de los kiwis, que prácticamente no han salido a entrenar estos días.
Grant Dalton inicia las hostilidades
El patrón y responsable del equipo kiwi, Grant Dalton, ha dado, sin embargo, otra versión completamente diferente de la situación. En sus declaraciones de esta semana ha justificado la falta de actividad de su equipo por el cansancio mental de su tripulación. Ha considerado que aunque físicamente están muy en forma, la tensión acumulada en la competición podría pasarles factura en la gran final. Por ello, han preferido descansar, algunos incluso han volado a Nueva Zelanda, y sobre todo relajarse dedicándose a actividades alejadas del mar.
Sobre Alinghi, aseguró que saben que es el barco más rápido al que se van a enfrentar, que ha elegido el lugar del mundo que más le conviene a su navegación, Valencia, y que tratarán de defenderse de esto con esfuerzo ya que no se hacen ilusiones de derrotarlo por velocidad o diseño de su barco.
Como puede verse trató de aparecer con piel de cordero. Como el pastorcito que se enfrenta a un león.
Ernesto Bertarelli contraataca
En Alinghi deben conocer la historia del Rey David y el león, y no quieren que New Zealand los derribe a las primeras de cambio. Ernesto Bertarelli, el dueño del equipo Alinghi, le contestaba a Dalton poniendo de manifiesto su desconfianza en las tácticas de New Zealand. Para Bertarelli, los kiwis son unos expertos en modificar las características de navegación de su barco. Explicaba que así sorprendieron a Luna Rossa, que se esperaba al New Zealand que navegó contra el Desafío Español, y se encontraron un rival que había ajustado sus condiciones de navegación de tal manera a las suyas, que nada pudieron hacer para derrotarlos.
A ellos no les pasará igual, dijo, y por lo pronto ha decidido que no va a dar ninguna información de su plan de regata hasta el mismo día de inicio de las mismas. No se sabrá, pues, la tripulación, por su puesto nada de anticipar si el caña será Ed Baird o Peter Holmderg, y tampoco, esto es el colmo, el barco que van a utilizar, el SUI 91 que tantos triunfos les ha dado o el nuevo SUI 100 del que apenas se tienen referencias de navegación.