(Con motivo de la aprobación del llamado “matrimonio homosexual”, aparecieron en los periódicos unas encantadoras fotos de Pedro Zerolo —líder del “movimiento gay”, concejal del Ayuntamiento de Madrid y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE— besando a Gaspar Llamazares y a López Aguilar, ministro de Justicia.)
Que no, que yo no claudico;
que no, que yo no me pliego;
que no, que no, que me niego
a que ese ondulado chico
pegue a mi cara su hocico
de talludito amapolo...
¡Que no me bese Zerolo!
Que me da igual que se afeite,
vaya con pluma o implume,
lleve after shave o perfume,
o suelte olor a ajoaceite.
Que renuncio a tal deleite,
aunque obligue el protocolo...
¡Que no me bese Zerolo!
Que le ofrezca su cachete
el tal López Aguilar;
que a Llamazares, Gaspar,
sus ósculos le encasquete:
que mi varonil moflete
en ese altar no lo inmolo...
¡Que no me bese Zerolo!
Que me da igual si es soltero
o está unido en mariconio.
Que antes me bese el demonio
(o Rodríguez Zapatero).
Pero este no, que no quiero...
¡Me sublevo y me enarbolo!
¡Que no me bese Zerolo!