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Carlos Rodríguez Braun

Lacras insostenibles

En realidad, la siniestralidad laboral ha disminuido ponderada por el número de trabajadores. Esto no quiere decir que vivamos en el paraíso (algo que sólo los socialistas prometen), y siempre se puede pensar en cómo disminuir los accidentes laborales.

Leí dos noticias en páginas de información de El País. Una de ellas denunciaba: "La siniestralidad laboral es la principal lacra del mercado laboral español. Cada año se produce casi un millón de accidentes, con un millar de muertos". Según la otra: "La ciudad española se vuelve insostenible... España aumentó un 41 % las emisiones de gases de efecto invernadero entre 1999 y 2003. En ese periodo, Alemania las redujo un 18 %".

Los mismos que hablan de la lacra de la siniestralidad, hace no muchos años deploraban la lacra del paro. Aparte de mantener la retórica, mantienen también una endeble capacidad de observación, puesto que en ningún momento sugieren que quizá la siniestralidad en el trabajo tenga algo que ver con la cantidad de trabajadores. Algo parecido a las jeremiadas que se lanzan sobre los accidentes de tráfico sin considerar el espectacular aumento registrado en el número de vehículos. En realidad, la siniestralidad laboral ha disminuido ponderada por el número de trabajadores. Esto no quiere decir que vivamos en el paraíso (algo que sólo los socialistas prometen), y siempre se puede pensar en cómo disminuir los accidentes laborales. Por ejemplo, preguntarse cuántas víctimas habían bebido alcohol.

A menudo parecen beber más de la cuenta los que se atiborran de "sostenibilidad", nueva consigna intervencionista, irrefutable como todas: ¿quién va a estar en contra de la sostenibilidad? ¿Quién va a preferir caerse? Pero en la juerga de la corrección política pocos explican por qué España aumentó sus emisiones de gases y Alemania no. La clave está en el crecimiento económico, relativamente elevado en un caso y languideciente en otro. Como se dice ahora, vamos a mirar fijamente a los ojos a los que recomiendan más pobreza para conseguir más aire puro.

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