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Fray Josepho

Romance de la educación para la ciudadanía

Y tú, la del aparato, / la de coleta y gafitas, / que sepas que es muy probable / que este curso lo repitas, / por empollona, por facha, / por pedante y por redicha. / Pero, bueno, prosigamos, / tras esta pendencia nimia...

En la escuela elemental / la jornada ya se inicia / y los peques, bulliciosos, / hacia el aula se encaminan. / Los recibe una maestra / concienciada y progresista:

– Callaos, alegres párvulos, / y sentaos, tiernas niñas, / que va a comenzar la clase / de una nueva disciplina, / tal como ordena el Gobierno / del Partido Socialista. / A ver, Jaimito, no enredes; / no grites más, Pilarica, / que empieza la Educación / para la Ciudadanía. / Sacad cuadernos y lápices / de las enormes mochilas / y escuchad atentamente, / que os lo vais a pasar pipa. / ¿Quién de vosotros conoce / qué cosa es una familia? / A ver, levantad la mano, / que la respuesta es sencilla. / ¡Huy, cuántas manos, qué bien! / Venga, responde tú misma.

Y, allí, desde su pupitre, / una rubia de gafitas, / con aparato en los dientes, / de tal modo respondía: / –La familia es un varón / que se casa (o bien se lía) / con una mujer, su cónyuge, / y en la misma casa habitan, / teniéndose tanto amor, / tanto respeto y estima, / que andando el tiempo, tal vez, / engendrarán criaturitas, / como las que, verbigracia, / en esta clase se apiñan.

– ¡Muy mal! –con voz destemplada / aúlla la señorita, / mirando furiosamente / a la marisabidilla. / –No tienes remota idea / de lo que ahora se estila. / Seguramente tus padres, / perversos, te mediatizan, / o, anclados en el pasado, / permanecen todavía / y te obligan a pensar / con muy poca perspectiva... / ¡Los demás, no recordéis / lo que ha explicado esta niña / y borrad de vuestras mentes / tal superstición indigna! / Y tú, la del aparato, / la de coleta y gafitas, / que sepas que es muy probable / que este curso lo repitas, / por empollona, por facha, / por pedante y por redicha. / Pero, bueno, prosigamos, / tras esta pendencia nimia...

A ver, los que sean "gays" / (nunca digáis "mariquitas") / de los niños de esta clase, / que levanten la manita. / Y que la eleven también, / de entre las alumnas niñas, / las que se sientan lesbianas / ("tortillera" es grosería). / Porque debéis saber ya, / queridos chicos y chicas, / que también de homosexuales / se puede formar familia. / Y es que hay una nueva ley, / que ha de ser obedecida, / y ahora los matrimonios / de "matri" no tienen pizca, / y pueden estar formados / por dos chorbos o dos tías, / o tal vez por transexuales, / o personas travestidas, / que no importa de qué género / tengan sus partes más íntimas. / Y lo tocante a los hijos / no es la cuestión sustantiva, / pues los retoños se adoptan / o si hace falta, se alquilan, / que es más cómodo, más limpio / y no da tanta fatiga.

¿Estáis tomando ya nota / de la lección impartida? / Que esto entrará en el examen / y ¡ay de aquel que no me siga! / A ver, os preguntaré, / queridos niños y niñas: / ¿ninguno tenéis dos padres / cada cual con sus criadillas, / o dos mamás con ovarios / y con sus sendas vaginas? / ¿Nadie levanta la mano? / ¡Caray, qué clase más tímida! / ¡Salid ya de los armarios, / infantillos e infantillas, / aprended de amores sáficos / y estudiad las sodomías, / que se acercan nuevos tiempos / y hace falta estar al día! / Pero, ojo, no temáis, / porque aquí a nadie se obliga. / Ante todo, tolerancia, / talante y campechanía...

A ver, Mohamedecito, / el de la tercera fila, / que te rebulles inquieto / cual rabo de lagartija, / contéstame la pregunta, / que no es muy comprometida: / ¿tienes dos papás, acaso? / –No los tengo, señorita, / porque tengo sólo uno, / que es imán de la mezquita. / Pero mamás tengo cuatro, / como en mi tierra se estila, / según permite el Corán, / que es escritura divina. / ¡Que Alá proteja a mi padre / y que a mis madres bendiga!

Al oír palabras tales / del pequeñuelo islamita, / la maestra, muy turbada, / quiere hablar y se trompica, / y al fin acierta a decir, / azorada y confundida: / –Ejem, ejem... Bueno, niños / por hoy la clase termina; / voy a ver al inspector, / para resolver dudillas... / Guardad cuadernos y lápices / otra vez en las mochilas. / Podéis salir al recreo, / sin bulla ni gritería, / que mañana seguiremos / transmitiendo la doctrina / de la nueva Educación / para la Ciudadanía.

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