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Dan Gainor

Hugo Chávez con falda

CNN se ha referido a los beneficios petroleros como algo que "nos hace hervir la sangre". NBC ha acusado a las petroleras de "infligir dolor a los consumidores". De lo que jamás hablan es de las ganancias de las empresas de televisión.

Hillary Clinton manifestó que "las empresas petroleras declararon los beneficios más altos de la historia del mundo. Yo quiero coger esos beneficios y ponerlos en un fondo estratégico de energía que comenzará a financiar la energía alternativa inteligente, tecnologías y alternativas que comiencen a conducirnos hacia la independencia [energética]".

No habló de imponer impuestos a los beneficios de las petroleras, sino ponerles la mano. En realidad, no causa mucha sorpresa que un político de izquierda quiera apoderarse de las ganancias que logra la gente para gastarlo en algo que nunca ha producido utilidades, como es el caso de las energías alternativas.

Y, por supuesto, que un político prometa robar a la gente no es noticia en Washington. Casi todos los medios ignoraron el discurso de Hillary. El programa de Harry Kudlow en CNBC fue una excepción, cuando dijo: "Caramba, me atrevo a decir, con el debido respeto, que se trata de la confiscación de propiedad privada más anticapitalista".

El escritor P. J. O’Rourke, por su parte, dijo que "Hillary Clinton es Hugo Chávez con falda". Así es. Ambos quieren aumentar su poder personal nacionalizando las empresas petroleras. Sólo que Chávez es un poco más sincero y eso es algo por lo cual nuestra "señora presidenta" no es conocida. A principios de este año, Chávez aceleró su alocada carrera hacia el control total del Estado, nacionalizando las telecomunicaciones y la electricidad, mientras le "ponía la mano" a las instalaciones petroleras extranjeras.

La diferencia es cuestión de "poder": él lo tiene, pero ella no... todavía.

A Hillary la enloquece el poder, pero de tonta no tiene un pelo. Sabe que puede atacar impunemente tanto a las industrias como a la propiedad privada y los principales medios no informarán sobre ello ni protestarán. Según Nexis, los únicos canales de televisión que se refirieron a lo expresado por Hillary Clinton fueron Fox News, CNBC y MSNBC.

¿Dónde estaban los intrépidos periodistas de ABC, CBS, NBC y CNN? Pues más bien ayudando a que esto suceda. Durante años, los telediarios de las grandes cadenas de televisión han estado arremetiendo contra los beneficios de empresas que tienen éxito, ya sea en el sector del petróleo, en el de las medicinas, seguros, comercio, etc.

CNN se ha referido a los beneficios petroleros como algo que "nos hace hervir la sangre". NBC ha acusado a las petroleras de "infligir dolor a los consumidores". De lo que jamás hablan es de las ganancias de las empresas de televisión. Así vemos que los buenos resultados de una empresa ya no son causa de celebración. Hasta el término "beneficio" se ha convertido en una palabra casi obscena.

No sorprende, pues, que Hillary se atreva a decir que quiere ponerle la mano (eso significa "robar" en el lenguaje de la gente común y corriente) a los beneficios de una de las empresas más exitosas de Estados Unidos. Ojalá que los norteamericanos se den cuenta de lo que está pasando antes de que sea demasiado tarde.

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