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Isabel Durán

Olvidar el terror

Zapatero ha reescrito el guión de la memoria histórica pero pretende imponer el silencio y el olvido para con los asesinos de casi un millar de personas en democracia.

Disfrazado con jersey de cuello alto negro y traje de chaqueta negro, al uso de sus socios de la extrema izquierda, con el rostro y ademanes tensos, severos y nerviosos, el presidente del Gobierno ha reaparecido en el País Vasco once meses después de anunciar en Vitoria que iniciaría un proceso de diálogo con la ETA. Si entonces aseguró también que cambiaría "el libro de la convivencia" (sic), o sea, la Constitución, para incluir una mención expresa a las víctimas del terrorismo, Zapatero se saca ahora cinco principios de la manga para que Otegi y sus hombres de paz obtengan su tajada el 27-M. Esto es lo que la televisión pública denomina "la hoja de ruta para alcanzar la paz".

El primero de los principios supone un regalo más a los terroristas que resulta injusto y tramposo con las víctimas: "para hablar de paz hay que olvidar completamente y para siempre la violencia en el País Vasco y en el conjunto de España". ¿Por qué tiene Zapatero tanto interés en el olvido del terror que todavía actúa y, por contra, se afana con ahínco en la recuperación de la memoria sesgada y sectaria de la guerra civil? Zapatero ha reescrito el guión de la memoria histórica pero pretende imponer el silencio y el olvido para con los asesinos de casi un millar de personas en democracia. Dicho queda.

Con la holgura intelectual y la credibilidad que le caracteriza, el presidente ha expuesto su segundo principio. Véase: para concurrir a las elecciones hay que respetar las leyes y, por tanto, la Ley de Partidos. Seguro que Fernández Bermejo y Conde Cumplido ya están apuntalando un extenso dossier para que se cumpla la ley empezando por la expulsión del Parlamento vasco a las nekanes del PCTV, es decir, a la formación con la que burlan la ley día a día los etarras de Batasuna en las instituciones. Y por supuesto que no habrá más actos de la ilegalizada Batasuna.

"El futuro de Euskadi se construirá a partir de un acuerdo plural", conforma el tercer principio presidencial. Nítido. Acuerdo con ETA-Batasuna y el resto de formaciones pero sin el PP. Todavía quedan dos más que no merece la pena ni comentarlos. Pero Zetapé ha olvidado decir que no habrá precio político, que no se plegará al chantaje etarra y que los terroristas cumplirán íntegramente sus condenas. La memoria y los olvidos del camaleón de La Moncloa hablan por sí solos.

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