¿Quién vende mucho? o ¿Quién vende bien? Al menos el 70% de las empresas que conozco, quieran o no, venden poco y mal. Llevo años soportando listillos merodeando alrededor de mi empresa y diciéndome (naturalmente por un precio) lo que tengo que hacer. Los morosos son como las flores en primavera, parte del paisaje. La mayor parte de ellos no son desahogados, son pobre gente atrapada por un sistema viciado y amoral que no crearon y del que no recibieron más de lo que aportaron. El resto son conseguidores, banqueros y, esencialmente, políticos. Cuando nada funciona nadie está libre de convertirse en el último moroso.
Y por cierto, la mayoría de los sobrados, presuntuosos y sabelotodos que pretenden enseñarme a llevar mi empresa, además de premiarme por ello (si pago) y castigarme (si no pago) están relacionados con algún medio de comunicación.