L.D. / EFE.- Heyerdahl se unió así a la horda de historiadores y escritores que han encontrado las raíces de Colón en lugares tan diversos como Génova, Portugal, Castilla, Cataluña, Mallorca e incluso Rusia.
El héroe del viaje de la balsa Kon-tiki, con el que demostró en 1947 que Polinesia y Sudamérica supieron en el pasado una de otra, ahora indaga la gesta vikinga, que alarga hasta la edad moderna con la Santa María, la Niña y la Pinta a guisa de renacentistas "drakkar" hispánicos. En un libro que pronto saldrá publicado, Heyerdahl localiza el origen de los vikingos en la desembocadura del río Don y el Cáucaso. Actualmente, Heyerdahl investiga en torno al mar de Azov, con base en Rostov del Don, pero ya ha estado también en Azerbaiyán y otras zonas del Cáucaso donde halló los fundamentos de su teoría.
Según el explorador, Odín, dios vikingo y de otros pueblos nórdicos, fue un caudillo de los "ases" o "aser", quienes hicieron de la cuenca baja del Don su dominio. Heyerdahl cuenta treinta generaciones desde Odin hasta las primeras figuras históricas vikingas y hace coincidir así la gran marcha de los vikingos con la expansión de Roma a la zona en el siglo I de nuestra era. Estos ases llegaron a la península escandinava remontando los ríos Don, Dnieper y Volga, en una red de caminos fluviales que hicieron también posible la migración inversa mil años después, con la fundación de
El viajero noruego explica que una de las intenciones de su libro es derrumbar el mito de la raza aria de origen nórdico-germánico y para ello aporta como origen el Cáucaso, hoy día foco de rechazo y desconfianza étnica en Rusia.
El héroe del viaje de la balsa Kon-tiki, con el que demostró en 1947 que Polinesia y Sudamérica supieron en el pasado una de otra, ahora indaga la gesta vikinga, que alarga hasta la edad moderna con la Santa María, la Niña y la Pinta a guisa de renacentistas "drakkar" hispánicos. En un libro que pronto saldrá publicado, Heyerdahl localiza el origen de los vikingos en la desembocadura del río Don y el Cáucaso. Actualmente, Heyerdahl investiga en torno al mar de Azov, con base en Rostov del Don, pero ya ha estado también en Azerbaiyán y otras zonas del Cáucaso donde halló los fundamentos de su teoría.
Según el explorador, Odín, dios vikingo y de otros pueblos nórdicos, fue un caudillo de los "ases" o "aser", quienes hicieron de la cuenca baja del Don su dominio. Heyerdahl cuenta treinta generaciones desde Odin hasta las primeras figuras históricas vikingas y hace coincidir así la gran marcha de los vikingos con la expansión de Roma a la zona en el siglo I de nuestra era. Estos ases llegaron a la península escandinava remontando los ríos Don, Dnieper y Volga, en una red de caminos fluviales que hicieron también posible la migración inversa mil años después, con la fundación de
El viajero noruego explica que una de las intenciones de su libro es derrumbar el mito de la raza aria de origen nórdico-germánico y para ello aporta como origen el Cáucaso, hoy día foco de rechazo y desconfianza étnica en Rusia.