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La escritora uruguaya Peri Rossi dice que los premios literarios están “negociados” en España

La escritora uruguaya Cristina Peri Rossi (Montevideo, 1941) afirmó en Ávila que los premios en España “están negociados” y constituyen una “operación comercial”, lo que a su juicio resulta “muy injusto”, sobre todo para aquellas personas a las que presentarse les supone un esfuerzo personal.

L D (EFE) “Los premios en este país, como todos saben, están negociados y yo estoy en contra de eso”, argumentó la escritora, según la cual “a los amigos se los premia con la amistad”. Peri Rossi, que pronunció en Ávila una conferencia sobre la creación literaria, dijo, en declaraciones a los periodistas, que en Uruguay recibió antes de cumplir 30 años los dos premios literarios más importantes de narrativa. “Pero allí los premios no se negociaban jamás”, motivo por el que pudo recibir los galardones “una joven desconocida hija de una maestra y de un obrero textil”.

También se refirió al premio de poesía que ganó en España tras su primer año de exilio y cuya cuantía nunca recibió por no contar con un “agente literario”, lo que le sirvió para “aprender una amarga lección”. Pendiente de que el próximo mes de marzo salga al mercado su próximo libro, “Fumar es (era) un placer” (Lumen), dijo haber concluido un libro de poemas titulado “Estrategias del deseo” y un nuevo libro de relatos titulado “Viaje al Apocalipsis”.

Cristina Peri Rossi, que manifestó que no tiene ningún género predilecto, señaló que en la actualidad resulta “difícil” hablar de vanguardias, debido al deseo de un “éxito inmediato, que hace estar muy pendiente del número de ejemplares vendidos”. En su opinión, las editoriales españolas se han dado cuenta de que “no tiene sentido publicarlo todo, porque el lector es muy severo”.

Ante este panorama, Peri Rossi lamentó la “presión” que sobre el escritor ejercen las editoriales que, para vender más libros, sugieren al escritor que vuelva a escribir un libro para “poder venderlo”. “Frente a esta postura estamos los escritores resistentes, que no queremos ser millonarios, que decimos que no seríamos mejores escritores, ni más felices si vendiéramos 500.000 ejemplares”, explicó la escritora uruguaya exiliada en España desde 1972.

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