El expresidente del Barcelona, Joan Laporta, se arriesga al embargo casi total de sus propiedades si antes de este viernes no abona 2,5 millones de euros como parte del aval de los 23,5 millones que un socio del club, Vincenç Pla, le reclama tanto a él como a su Junta directiva por las deudas generadas en su primer año como presidente del club.
Laporta sospecha que esta acción se encuadra en la guerra que mantiene contra él la actual Junta directiva, liderada por Sandro Rosell. El diputado catalán cree que la demanda impulsada por el socio Vincenç Pla no es una acción inocente, y que detrás de ella se encuentran los actuales mandatarios culés.
Según informa El Economista, si el viernes Laporta no puede abonar los 2,5 millones de euros que se le exigen, se ejecutará una orden de embargo que podría acabar con la pérdida de buena parte de sus bienes.
No es la única causa que Laporta tiene abierta, ya que Rosell y la actual directiva también lo demandaron después de que la asamblea general de socios de 2010 votara a favor de iniciar esta causa por la irregular gestión del expresidente culé. Esta demanda tiene un valor más elevado que la de Vincenç Pla y roza los 41 millones de euros.