La Razón no da crédito al morrazo del candidato socialista, que "promete ahora subir las pensiones cuando su gobierno las bajó 500 euros". Y lo ilustra con un cuadrito monísimo: "El tijeretazo que olvida Rubalcaba" con todos los recortes del PSOE. "Rubalcaba fue ayer el vicepresidente del tijeretazo social, mientras que Rajoy fue miembro de un Ejecutivo que atendió como ninguno al sector productivo". Se refiere a que el líder del PP estaba haciendo campaña en una lechería.
Carlos Alsina cuenta algo sorprendente. ¿Creían que Rajoy y Zapatero estaban a la greña? Pues se equivocan, son amiguitos, "comparten reflexiones, diagnósticos y confidencias. Casi parecen buenos amigos. Estamos, así, en la antesala de un escenario inédito: la relación de confianza, diálogo y aprecio entre el ex presidente y quien le ha sucedido en el cargo (...) Zapatero y Rajoy, dos colegas, se han conjurado para dar una lección a sus mayores". Qué entrañable, se me ponen los pelos como escarpias.
El Mundo cuenta el circo que tiene preparado Rubalcaba para hoy. Vean qué bonito. "Los barones socialistas darán ruedas de prensa simultáneas y después el candidato denunciará ‘el desguace del Estado del bienestar’". Parece un programa de fiestas. ¿A que suena como un castillo de fuegos artificiales con traca final? A Pedro J. también le choca que Rubalcaba hable de recortes del PP y le pide que proteste "contra sí mismo como protagonista y causante del descontrol del déficit y de la deuda". Fíjense cómo estaría de indignado Rajoy que "le devolvió el bumeran citándole por su nombre". ¿Se limpiaría después la boca?
Jiménez Losantos arremete en su columna contra Conde Pumpido, que ayer se acojonó y dio marcha atrás en su discrepancia con Zapatero. "Las herramientas utilizadas por ZP en todas sus hazañas para encubrir o disimular actividades terroristas han sido dos: los jueces bizcochables y la fiscalía general del Estado, o sea, Cándido".
El País se centra en los recortes en Cataluña, donde la cosa está tan malita, tan malita que va a "dejar de pagar residencias y propone un impuesto para ricos". Vamos, que no hay un duro. Francés Valls dice que "parece el guion de una película de terror, orientada hacia un final feliz: el pacto fiscal, un concierto económico similar al vasco y al navarro". En el editorial, el periódico de Cebrián echa la bronca a Mas. "Seguro que hay en Cataluña otras partidas de gasto que pueden reducirse sin erosionar una piedra angular del Estado de bienestar y la cohesión social", le dice sin aportar ninguna idea.
Echa una manita a El País Ignacio Camacho en ABC con una sugerencia. "Antes que reducir siquiera la mitad los gastos de inmersión lingüística, embajadas exteriores o canales autonómicos de radio y televisión, CiU prefiere rebañarles la cartera a médicos, enfermeros, celadores y cuidadores de ancianos. El imaginario de construcción identitaria por delante de la salud".
En La Gaceta, Genoveva está hoy muy contenta con el anuncio del PP de que va a derogar la ley del aborto, "esa que celebraron con saltitos histéricos, indecentes, las ministras del Zapatero". Así que les anima a seguir rectificando. "El trato que tengan las normas de Zapatero será un buen termómetro para conocer si la derecha política española, por fin, va a hacer caso a su electorado o si va a seguir prisionera del famoso complejo".
El periódico que dirige Carlos Dávila también flipa en colores con la cara dura de Rubalcaba. "Hay que ser muy desvergonzado para, después de acometer los mayores recortes sociales de nuestra democracia y después de condenar al desempleo estructural a una generación entera de jóvenes, acusar a los demás de los defectos propios". Y es que, en su opinión, "el miedo no debemos tenérselo a la derecha (...) sino a una izquierda sin escrúpulos. Lo temible no es la gestión responsable , sino el fanatismo suicida".
Y Público se lanza sin remilgos a hacer campaña socialista. "El PSOE alerta del desguace de todo lo público si gana el PP". Ni los eslóganes de Rubalcaba lo hubieran hecho mejor. Otras frases para troncharse. "Rubalcaba se compromete a no congelar pensiones ni el salario de los funcionarios", "Los socialistas salen en tromba para advertir contra el recortazo". Tras leer la larga doble página sobre el asunto veo que falta algo, falta algo. ¡Ay va!, se les ha olvidado mencionar las respuestas de Rajoy y Soraya recordando los recortes del Gobierno de Zapatero. Qué despiste, madre.