L D (Europa Press) La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, dijo en Pola de Lena (Asturias) –localidad donde la coalición de izquierdas que gobierna el ayuntamiento quiere que el bable puntúe para acceder a un puesto de funcionario– que el papel de la Iglesia es el de establecer qué es y qué no es "pecado", pero señaló que no le corresponde decir lo que es "delito", cuestión que depende de los legisladores. "El gobierno sabe que en una cuestión como esta no podemos contentar a todo el mundo", explicó Bibiana Aído en relación al proyecto de reforma de la ley del aborto.
De esta forma, Aído, tras participar en un acto con mujeres de la localidad asturiana de Pola de Lena y a preguntas de los periodistas, salió al paso de las declaraciones del cardenal arzobispo de Madrid, María Antonio Rouco Varela quien señaló en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) que "el crimen del aborto ensombrece la historia de la humanidad".
"La posición de la Iglesia no nos sorprende", explicó la responsable de Igualdad del Gobierno español. Dijo que la "responsabilidad" del Gobierno es escuchar a todas las partes y proponer normas para toda la ciudadanía. "Estamos trabajando en hacer una ley más segura, equilibrada, y sensata que ofrezca garantías para las mujeres y los profesionales que las asisten", afirmó.
Así, defendió la "serenidad" y el "sosiego" con el que el Gobierno está encarando la reforma legislativa relativa al aborto. Según Aído se ha reunido a una serie de expertos y se han acumulado una serie de informes que establecen claramente la necesidad de un cambio en la legislación española para equipararla a los países del entorno. "Desde luego, sin tener en cuenta criterios religiosos", dijo.
Bibiana Aído insistió en que la intención del Gobierno es tener preparado el anteproyecto de ley antes del verano para iniciar cuanto antes el trámite parlamentario.