L D (EFE) Según aseguró el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, millón y medio de personas se dieron cita en las calles de la capital para celebrar la segunda edición de la Noche en Blanco.
Una abrumadora oferta cultural, con más de 170 eventos convocados, que se concentraron en buena parte en el eje Castellana-Prado-Recoletos, el Centro Cultural Conde Duque y un renovado Matadero de Madrid, lugares que acogieron espectáculos de danza, teatro, videoarte, música, cine y actuaciones callejeras en una convocatoria que finalizó a las siete de la mañana, a escasas horas de la llegada del otoño. Esta iniciativa europea que realizan París, Bruselas, Riga y Roma y a la que desde el pasado año se suma Madrid, convirtió la ciudad en un centro cultural al aire libre, con muchos de sus edificios transformados en obras expositivas.
Fue una noche marcada por las intermitentes lluvias, los atascos y las aglomeraciones, que obligaron a suspender la oferta cultural del viejo Matadero. Este centro fue el lugar donde la fiesta se prolongó por más tiempo y tenía previsto que los eventos finalizasen a las 07.00 horas. No obstante, el excesivo número de visitantes sobrepasó el aforo permitido lo que obligó a los organizadores a desalojar las instalaciones.