L D (Pedro de Tena) Son las principales conclusiones del Estudio sobre comportamiento de riesgos (violencia, consumo de alcohol y drogas y conductas sexuales) en estudiantes de ESO en Andalucía, elaborado por el Grupo universitario de investigación social del Centro Universitario de Estudios Sociales de Jerez.. Casi la mitad de ese 15% de participantes se declara también víctima. A su vez, del 18% de las víctimas, el 37% afirma haber participado en algún tipo de agresión. Sin embargo, un 12,6% no está de acuerdo con que los conflictos generan más violencia
Este Grupo de investigación de siete profesores que dirige el profesor Rodriguez Carrión en Jerez ha realizado 2.225 consultas por las ocho provincias andaluzas a chicos de 12 a 16 años y en la presentación de su trabajo ha destacado lo inquietante del alto índice de violencia escolar detectado, además de ese intercambio de roles en los que una parte de los estudiantes ejerce un papel activo y pasivo a la vez.
No s trata siquiera preferentemente de violencia física. Es más, ésta ocupa el último en la percepción del problema que tienen estos jóvenes. Las burlas a compañeros o profesores se convierten en la conducta que más alumnos de Secundaria identifican como una conducta violenta en su instituto, con un 71%. Esta forma de agresión, que puede suponer discriminación, motes o ignorar a la víctima se sitúan por encima de las amenazas físicas o verbales y las agresiones físicas. Por tanto, mientras ese 71% tiene claro que hay violencia cuando presencia una burla, el índice baja al 57,1% cuando observa amenazas y al 46,3% en el caso de pegar a un compañero o a un profesor.
Cuando el Grupo de Investigación Social ha pedido a esos jóvenes las causas del problema entre varias variables predeterminadas, el 37% lo explica por la no integración en el grupo y un 30,9% en que las víctimas no saben defenderse. Para el 2,9% la agresión se deriva de su orientación sexual y para el 1% de la pertenencia al sexo femenino.
Si la solución al problema de violencia que la encuesta deja patente depende de las denuncias de los testigos, ese remedio queda lejos: sólo el 40,9% lo comunica frente al 44,8% que permanece mudo ante lo que contempla.
Los niños-llave
Rodríguez Carrión llamó ayer la atención sobre la situación de los niños-llave, "el problema de los niños que están solos" durante la mayor parte de su tiempo libre por la ocupación laboral de sus progenitores. Según los datos del estudio, su director apuntó que "el reparto del tiempo del niño se resume en dormir, ir al colegio, ver televisión y navegar en internet".
A diario, más de nueve de cada diez estudiantes de Secundaria ve la televisión y siete de cada diez navega en internet. Los fines de semana dedican más de cuatro horas a cada una de estas actividades y la mitad durante los días lectivos. La videoconsola ocupa el tercer lugar entre estas alternativas de ocio, aunque la mitad del alumnado juega con ellas casi dos horas diarias de lunes a viernes.
Esta dependencia a las nuevas tecnologías vuelve a demostrarse en el uso de teléfonos móviles, ya que casi la mitad de los encuestados admite llevarlo a su instituto a pesar de que en la mayoría de ellos su uso está prohibido.
Violencia escolar: Andalucía, seis puntos encima de la media nacional
Javier Arenas propuso en julio de 2008 una Ley de Convivencia Escolar para resolver el problema del crecimiento de la violencia escolar en Andalucía que, según el PP, es seis veces superior a la media nacional. El proyecto de Ley se basaba en reforzar la autoridad del profesorado dándole un apoyo incondicional y en la "tolerancia cero" con cualquier agresión verbal o física. En este sentido "regula unas normas mínimas de convivencia que luego los centros pueden completar".
Javier Arenas hizo un llamamiento al PSOE para que "por primera vez y sin que sirva de precedente" acepte que se tramite una ley que procede de la oposición. Alegó que si se hace así, Andalucía sería la primera comunidad de España en tener una "Ley de convivencia escolar, pero sobre todo consideró que es muy necesaria porque en Andalucía los casos de violencia "van en aumento" y porque la comunidad tiene un índice de violencia escolar seis puntos superior a la media nacional.
También recordó unas palabras recientes del juez de menores de Granada, quien dijo que el 82 por ciento de los menores con problemas de delincuencia coincide que son alumnos con fracaso escolar. También citó un informe del Consejo Escolar de Andalucía que en 2006 ya daba cuenta de más 26.000 casos de violencia escolar en Andalucía, de los que más de tres mil habían sido de agresiones a profesores.
La ley que propuso el PP dictaba medidas de refuerzo de la autoridad del profesor como, por ejemplo, reconocerles la condición de "autoridad" u otorgar la presunción de veracidad a la declaración o manifestación en acta de los profesores que hayan sido testigos directos de los hechos sin que ello signifique renunciar a las pruebas que puedan presentarse en contrario. Asimismo, regulaba específicamente la función del director, del jefe de estudios y del profesorado del centro. La norma que propuso el PP prevé un mayor compromiso de la Administración contra la violencia en las aulas como sería el caso no sólo la atención psicológica al profesorado en caso de agresión sino que la Administración se personaría en los tribunales en los casos en que así procediera.