L D (EFE) "Estas fiestas -continuó Cañizares- nos llaman a que nos demos cuenta de que los espacios inmensos en que erramos perdidos, no están vacíos y helados, sino colmados de amor de Dios que nos aguarda incansable".
Para el primado toledano, "detrás de la exterioridad de las fiestas navideñas, se esconde la verdad silenciosa de que Dios se ha acercado al hombre y se ha comprometido sin vuelta atrás, irrevocablemente, con él: Dios sale al encuentro del hombre y se hace hombre ¡Esta es la verdad, aquí está la gran esperanza para todo hombre que viene a este mundo¡".
Por ello, expresó su deseo de que "las fiestas de Navidad llenen todo y a todos de una paz honda e inunden de una alegría profunda todos los hogares; la alegría y la paz que se hallan en el que nació en Belén de una Virgen y que es Dios-con-nosotros, rostro de Dios que es Amor".