El caso del Palau de la Música estalló el pasado 23 de julio, cuando los mossos registraron la sede por orden del juzgado de instrucción numero 30 de Barcelona, a raíz de una querella presentada por la Fiscalía de Delitos Económicos de Cataluña ante la sospecha de la existencia de irregularidades económicas en la gestión de los fondos de la entidad. Unos días después, Millet dimitió. Ahora se sabe que podría haber desviado fondos por un valor de 2,29 millones de euros.
Este jueves se celebró una reunión de la Junta y el Patronato del Palau y además de acordarse la personación en la causa, informa Efe, se aprobaron las nuevas líneas estratégicas de gobierno, se explicaron las actuaciones del pasado mes de agosto para averiguar en qué estado estaban las cuentas del Palau y "las posibles malas prácticas que se hayan podido producir en su gestión interna".
Según El Confidencial, que cita una fuente que estuvo en el encuentro, durante la reunión se conocieron numerosos detalles sobre el mandato de Millet al frente del Palau, cargo que ostentó durante treinta años. Un dilatado periodo de tiempo en el que, como explicó el asistente al encuentro al diario digital, pareció confundir "el patrimonio de la institución con el suyo particular".
El diario explica que Millet llegó a comprar dos Mercedes 500 que serían para uso suyo y del director administrativo del Palau, Jordi Montull. Se da la circunstancia de que Montull también era socio de Millet en empresas privadas. La hija de Montull y su yerno ocuparon cargos en el Palau y también disfrutaron de ellos otros allegados a Millet. Al parecer, se ha constatado que pudieron beneficiarse de puestos de trabajos en la institución varias docenas de personas cercanas al ex director.
El caso continúa su trámite en los tribunales y al frente del Palau se encuentran ahora, tras la ratificación del pasado jueves, Mariona Carulla, y el recién nombrado director general, Joan Llinares.