(Libertad Digital) La persecución al castellano también se ha instalado en las Islas Baleares tras la llegada al Gobierno autonómico de los socialistas de Francesc Antich apoyado por partidos nacionalistas minoritarios. Primero fue la educación, luego áreas como la salud y lo último ha sido la proposición no de ley aprobada por el Parlamento balear de obligar a dominar el catalán para poder optar a un puesto como funcionario.
De este modo, será un requisito indispensable en la oposición y que tiene como fin, según los partidos que lo han aprobado, "la normalización lingüística de la Administración Estatal en Baleares".
La proposición fue presentada por el Bloc per Mallorca y el PSM-Verds aunque finalmente salió adelante gracias a los votos del PSOE. Con ella reclaman que se garantice el conocimiento total del catalán en todos los servicios de la Administración para que se pueda atender en este idioma.
El Partido Popular fue el único grupo que votó en contra de esta propuesta y ha criticado duramente a los socialistas porque, a su juicio, han roto el pacto establecido en el Estatuto de Autonomía en el que acordaron la promoción de la lengua pero no su total obligatoriedad.