(Libertad Digital) El pasado 7 de noviembre de 2008, en el primer concurso público convocado por el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), se adjudicaron 83 emisoras de FM en Cataluña. Dos de los principales grupos radiofónicos nacionales (COPE y Punto Radio del Grupo Vocento), así como uno de los principales grupos de información, UNIDAD EDITORIAL (editora del diario El Mundo), no han obtenido ninguna emisora.
En un comunicado remitido a Libertad Digital, Foro de Ermua dice que “no parece casual que todos ellos sean especialmente críticos con el tripartito, el nuevo Estatuto de Cataluña y el régimen nacionalista catalán”.
“En el caso de COPE y PUNTO RADIO no sólo no se les ha concedido ninguna de las emisoras, sino que no se han renovado las que venían gestionando desde hace años impidiendo así que su voz pueda ser escuchada en lugares tan importantes como Lérida capital, Gerona capital, Vic-Tavèrnoles, Puigcerdà-Tossa d'Alp o Vielha-Baqueira”.
Considera Foro de Ermua que “la falta de renovación de licencias radiofónicas a la cadena COPE y a Punto Radio y el sesgo político evidente introducido en la adjudicación de las emisoras supone un atentado a la libertad de expresión, a la libertad de información y al pluralismo informativo, que conlleva una restricción de los derechos y libertades de los ciudadanos. El Foro Ermua, como asociación comprometida con la defensa de las libertades ciudadanas y contra las implicaciones antidemocráticas de los nacionalismos étnicos, no puede permanecer impasible ante estos hechos. La defensa de la libertad es imposible si permitimos que los poderes nacionalistas o localistas silencien las voces que les resultan más molestas”.
Esta asociación asegura que “las restricciones en la libertad de expresión y de información son consustanciales al nacionalismo”. “El proyecto de construcción de la nación identitaria y la extensión de las redes clientelares obliga a una sistemática restricción de los derechos y libertades de los ciudadanos con objeto de avanzar en el proceso de homogeneización social y eliminación del discrepante”, dice.
Recuerda asimismo que “Rubalkaba, parlamentario del PNV, ya manifestó no hace mucho que sería feliz si en el País Vasco no hubiera TVE, Telecinco ni Antena3. Dijo públicamente lo que muchos nacionalistas piensan y sólo dicen en privado. La decisión del CAC es un paso más en este proceso para eliminar la diversidad que nace de la libertad y todo hace temer que el modelo sentado acabe extendiéndose a otras Comunidades donde el régimen nacionalista de turno suele ser tremendamente diligente a la hora de copiar cualquier medida que sea restrictiva de las libertades y fortalecedora de su poder”.
Foro de Ermua pone de manifiesto la politización del organismo censor catalán. “Nueve de los diez miembros del CAC son elegidos por el Parlamento catalán y el décimo, que ejerce el cargo de Presidente, por el Gobierno de la Generalitat”.
“Los concursos públicos para concesión de emisoras y cadenas deberían basarse en criterios objetivos y apartidistas y deberían promover la pluralidad. La renovación de licencias que vienen disfrutándose desde hace años no puede depender de la voluntad política de los partidos de turno o de sus representantes directos o indirectos. No hay mejor manera para someter a los medios que esa permanente espada de Damocles que amenaza con no renovar las licencias a quien no haya sido fiel y sumiso al poder establecido. El Estado no puede permanecer impasible mientras los poderes autonómicos hacen y deshacen a voluntad poniendo en peligro la libertad de expresión, la libertad de información y el pluralismo informativo”.