Tras la eliminación de las primarias y tras una primera oposición en algunas provincias como Málaga, donde le esperan los tribunales, Griñán contempla ahora sucesivas rebeliones, más o menos virulentas, en Cádiz, Algeciras y Almería.
En Cádiz, el problema está en la alcaldía de Jerez, puesto que ocupa Pilar Sánchez, un atípico personaje de la política socialista que se enfrentó al aparato provincial e incluso a Manuel Chaves y les venció en las bases. Ahora, la taifa provincial de Cádiz que dirige el clan de Alcalá y el consejero de Gobernación Luis Pizarro, han tratado de descabalgar a la todavía alcaldesa socialista pero no lo han conseguido. Por ello, dejan la pelota en el tejado de Griñán que, por la cuenta que le trae, para dividir al PSOE de Cádiz, enemigo íntimo suyo, ha hecho buena la candidatura de Pilar Sánchez.
El PSOE andaluz ha manifestado no tener "ninguna duda" de que Pilar Sánchez repetirá como candidata en Jerez. De este modo, el vicesecretario general del PSOE-A, Rafael Velasco, respondía al nuevo pulso que le ha echado la dirección provincial de su partido en Cádiz. En la tarde del lunes, la ejecutiva que dirige Francisco González Cabaña no quiso refrendar la candidatura de la alcaldesa de Jerez, pese a que la asamblea local de esta ciudad sí lo había hecho y además cuenta con el beneplácito de Griñán.
En Algeciras se ha desarrollado una guerra encubierta entre el PSOE local, seguramente animado por el clan de Alcalá, y el alcalde pro griñanista, Tomas Herrera, al que sus compañeros han echado de "mala manera". Tan grave ha sido la cosa que el propio Griñán ha tenido que salvar a su hombre en Algeciras nombrándole alto cargo de la Junta de Andalucía, concretamente nuevo subdelegado de la Junta en la comarca del Campo de Gibraltar. Este es un cargo otorgado por el propio presidente de la Junta, José Antonio Griñán, que acepta así el pulso que Rafael España, el secretario local del PSOE, le había echado para acabar con la candidatura a la Alcaldía del ya ex alcalde algecireño.
El Gobierno andaluz ha podido aprobar el nombramiento gracias a la renuncia efectiva al cargo, realizada a última hora de ayer por el hasta ahora subdelegado, Rafael España, que asumirá ahora el papel de candidato socialista a las próximas elecciones municipales en la localidad.
Tan de mala manera ha sido la defenestración de Herrera, que la Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Algeciras ha establecido el próximo lunes 4 de octubre como la fecha en la que se celebrará, a partir de las 9.30 horas, el Pleno extraordinario en el que se dará a conocer la renuncia de Tomás Herrera como alcalde y concejal y se establecerá el nombre de la persona que asumirá la Alcaldía hasta las elecciones de mayo de 2001.
Por último, Griñán se ha enfrentado a la Ejecutiva socialista de la provincia de Almería con el nombramiento de...Ya lo barruntaba incluso El País en julio de este año cuando titulaba: Griñán le mueve las fichas a Soler en Almería. Y luego contaba que los nombramientos efectuados por Griñán eran hostiles al poder provincial socialista. En concreto, el nombramiento de María Isabel Requena Yáñez como delegada del Gobierno de la Junta en Almería en sustitución de Miguel Corpas, afín al ex secretario de los socialistas almerienses y anterior consejero de Innovación, Martín Soler, y al ex presidente andaluz Manuel Chaves, fue un aviso.
Ahora, Griñán ha tirado a dar con el nombramiento de Adela Segura. El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía confirmó lo que era un secreto a voces y Adela Segura es desde ahora la nueva delegada provincial de Igualdad y Bienestar Social. A pesar de que la nueva responsable del Ejecutivo autonómico en Almería no se salió del guión cuando quiso "agradecer al partido la confianza que ha depositado en mí", la prensa provincial ha calificado su designación "como una nueva bofetada a la actual dirección provincial" que, hasta el último momento, han tratado de imponer un candidato 'de su cuerda', ya que la nueva delegada es conocida por sus opiniones contrarias a la misma.
De hecho, ha vuelto a repetirse la misma escena que se vivió poco después de las destituciones de Clemente García y Miguel Corpas como delegados de Medio Ambiente y del Gobierno respectivamente, en las que la dirección de los socialistas almerienses vendió las mismas como algo consensuado con ellos, a pesar de la clara imposición de la dirección regional de Sevilla.