LD (Agencias) En una conferencia de prensa celebrada en Bangkok, el portavoz del PMA, Paul Risley, aseguró que soldados de la Junta Militar de Birmania han confiscado 38 toneladas, entre alimentos y equipo, que la agencia había enviado a Rangún para los miles de afectados del ciclón "Nargis".
El funcionario exigió a la dictadura birmana que aclare lo sucedido y anunció la suspensión de los vuelos humanitarios. El primero de ellos llegó al aeropuerto de Rangún cinco días después de que "Nargis" azotara con vientos sostenidos de 190 kilómetros por hora el sur del país.
Este mismo viernes, la prensa en Birmania anunciaba que la dictadura militar, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, aceptaba la solidaridad internacional aunque se consideraba innecesario el envío de personal especializado extranjero, porque los propios birmanos podían encargarse de la ayuda. En un comunicado se señalaba: "No estamos preparados por el momento para recibir esta clase de misiones de información, búsqueda y rescate de otros países".
El propio Risley consideró asombrosa la actitud del régimen militar birmano de entregar con cuentagotas los visados de entrada que el solicitan. Afirmó que "la frustración causada por lo que parece ser un retraso en los trámites no tiene precedentes en los trabajos de ayuda humanitaria modernos" e instó a la Junta Militar a tramitar las solicitudes lo antes posible, "aunque sea trabajando durante el fin de semana".