Distintos medios informaron que uno de los arrestados amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones a uno de los miembros de la seguridad privada, por explicarle que no estaba permitido allí el rezo.
La tolerancia, si se quiere que sea mutua porque si no será imposición de parte, debe afectar a todos los que participan en la convivencia, no exclusivamente a unos.
José Chamizo, defensor del pueblo andaluz, no ha entrado en el fondo de la cuestión: la intolerancia de los islamistas que exigen rezar en Córdoba negando todo derecho a otras religiones en sus países, y se ha decidido a defender que con nuestro dinero público edifiquemos una mezquita en Córdoba para que los musulmanes puedan rezar.
No ha mencionado la petición de la erección de una catedral en Marruecos, por poner un ejemplo, para que los europeos y americanos, muchos de ellos cristianos y católicos, puedan rezar allí.
Todo ha ocurrido tras el incidente del pasado Miércoles Santo en la Mezquita Catedral de Córdoba cuando un grupo de turistas austriacos islámicos intentaron rezar en el interior del templo, un acontecimiento similar en su despropósito, pongamos por caso, al que podría haber protagonizado un grupo de españoles cristianos empeñados en rezar en mezquitas de La Meca en pleno Ramadán.
El Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, ha abogado por el "diálogo interreligioso" para evitar que conflictos como éste terminen provocando una espiral de "xenofobia", ya que, según dice, esto puede ser "muy peligroso". No aclaró sin embargo, quién es el portador del virus xenofóbico.
Chamizo, que es sacerdote, no ha querido opinar sobre si la Iglesia debería o no permitir el rezo compartido en la Mezquita Catedral por católicos y musulmanes, pero sí ha defendido que mediante la vía de la violencia no se consiguen las cosas. Tampoco quiso entrar en si las autoridades islámicas deberían permitir ritos cristianos en sus mezquitas.
La solución que Chamizo ve clara es que lo paguen los andaluces, pase lo que pase. Si la Iglesia no permite el rezo por el rito musulmán en la Mezquita-Catedral de Córdoba, de la que es titular, pues que los andaluces les construyan otra mezquita donde los musulmanes puedan rezar, financiada con fondos públicos.
El Defensor del Pueblo Andaluz ha recordado que la futura Ley de Libertad Religiosa contemplará este aspecto porque "son distintas religiones las que conviven y, aunque la mayoritaria sea la católica, todas tienen los mismos derechos y deberes". No sabemos si esta igualdad va a ser exigida asimismo por el Defensor en los países de tradición musulmana.
Lo que pasó en Semana Santa en la mezquita de Córdoba fue un hecho gravísimo, organizado e instigado para provocar.
Fueron más de 100 los musulmanes que provocaron disturbios este miércoles al entrar a rezar conjuntamente en la Mezquita de Córdoba, a pesar de que está prohibido hacerlo, y coincidiendo con el paso de las cofradías por el recinto, motivo por el que dos personas fueron detenidas por amenazas e, incluso, intento de homicidio.
El Obispado de Córdoba dijo que había sido un grupo de 118 personas el que provocó el "desagradable incidente". Al parecer, estos turistas compraron las entradas correspondientes a la visita turística y, una vez en el interior del templo, iniciaron sus rezos dirigidos por alguno de ellos, que ejercía como imán.
Contó El Mundo que la Policía reconoce que no es el primer hecho de esta clase que se produce en la Mezquita cordobesa. "La seguridad privada de la Mezquita invitó a los visitantes a continuar el recorrido o abandonar el edificio, pero estos turistas respondieron agrediendo a dos de los guardias", ha asegurado el Obispado. Y es que, puesto que los musulmanes no atendieron sus demandas y que dos de ellos se enfrentaron con los vigilantes, éstos avisaron a la Policía Nacional.
Hasta el templo se trasladaron una quincena de agentes de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional, además de agentes locales, que han detenido a dos de los turistas, uno de ellos, una mujer, según el Diario Córdoba. Uno de los arrestados amenazó con un cuchillo de grandes dimensiones a uno de los miembros de la seguridad privada, así como a uno de los agentes, por lo que se le imputa un delito de tentativa de homicidio. El otro lo ha sido porque propinó una patada en el forcejeo, durante el cual han resultado heridos leves un vigilante de seguridad y un agente.
Todos los indicios apuntan a que se trata de una maniobra calculada, pues, según fuentes policiales, el grupo contaba con "walkie-talkies" para estar conectados entre sí y han entrado por diferentes puertas del templo.
El Obispado ha solicitado que estos incidentes no vuelvan a repetirse en el futuro e insistieron en que lo ocurrido "no representa la genuina identidad musulmana, pues son muchos los que mantienen actitudes de respeto y de diálogo con la Iglesia Católica". aseguró.