L D (EFE)
La madre de la joven, María del Carmen Mora, explicó que habló por última vez con ella, por teléfono, el jueves 4 de septiembre. "El doce de agosto se había ido a pasar unos días a casa de su novio, en Alcalá, porque le había salido trabajo por un mes", relata la madre, quien añade que Mari Cruz la estuvo llamando "cada dos o tres días".
El día 4, el último en que hablaron, le dijo "que iba a cobrar ya su trabajo y que, en cuanto lo hiciera, se volvía para casa". Sin embargo, la madre no volvió a tener noticias de ella, aunque no se alarmó y confió en que Mari Cruz, mayor de edad y que ya en otras ocasiones se ha ausentado de casa por periodos cortos, volvería a llamarla pronto.
El sábado 6, María del Carmen Mora recibía una llamada del novio, transportista de profesión, desde Valencia, intentando localizar a su hija. Le dijo que desde el jueves no había sabido de ella. La preocupación creció cuando, el martes siguiente, el novio regresó de su viaje de trabajo, fue a su casa y descubrió que allí no estaba Mari Cruz. "Vino a decírmelo a casa y, con las mismas, fuimos a poner la denuncia", señala la madre, que describe a su hija como una chica de complexión fuerte, de 1,80 metros de estatura y unos cien kilos de peso. "Lleva el pelo pelirrojo, tiene ojos castaños y una piel muy blanca, con pecas", dice su madre, para quien su aspecto "es más de inglesa que de española".
"Llevaba un teléfono móvil, pero salta el buzón de voz. Y lo que nos tiene nerviosos es que, cada dos o tres días, el buzón se vacía, y no sabemos quién lo vacía, claro", añade María del Carmen Mora.
El día 4, el último en que hablaron, le dijo "que iba a cobrar ya su trabajo y que, en cuanto lo hiciera, se volvía para casa". Sin embargo, la madre no volvió a tener noticias de ella, aunque no se alarmó y confió en que Mari Cruz, mayor de edad y que ya en otras ocasiones se ha ausentado de casa por periodos cortos, volvería a llamarla pronto.
El sábado 6, María del Carmen Mora recibía una llamada del novio, transportista de profesión, desde Valencia, intentando localizar a su hija. Le dijo que desde el jueves no había sabido de ella. La preocupación creció cuando, el martes siguiente, el novio regresó de su viaje de trabajo, fue a su casa y descubrió que allí no estaba Mari Cruz. "Vino a decírmelo a casa y, con las mismas, fuimos a poner la denuncia", señala la madre, que describe a su hija como una chica de complexión fuerte, de 1,80 metros de estatura y unos cien kilos de peso. "Lleva el pelo pelirrojo, tiene ojos castaños y una piel muy blanca, con pecas", dice su madre, para quien su aspecto "es más de inglesa que de española".
"Llevaba un teléfono móvil, pero salta el buzón de voz. Y lo que nos tiene nerviosos es que, cada dos o tres días, el buzón se vacía, y no sabemos quién lo vacía, claro", añade María del Carmen Mora.
