(Libertad Digital) El arzobispo de Madrid, Monseñor Antonio María Rouco Varela, no cree que con la llamada Ley de Memoria Histórica se vaya a tomar "ninguna medida inoportuna e inconveniente" sobre las placas en las iglesias que recuerdan los nombres de los caídos en la Guerra Civil.
Monseñor ha dicho este viernes en La Mañana de COPE que "deberían estar todos los caídos en el frente, como ocurre en el Valle de los Caídos: Mejor que arrancar, es completar".
Rouco Varela no cree que la publicación de un libro en el que se habla de la beatificación de 498 mártires signifique que se quiere difuminar otras cuestiones ya que "en el siglo XX no sólo hubo mártires en España, hubo mártires en toda Europa. Por ejemplo el dato de que Stalin sacrificó a 200.000 sacerdotes ortodoxos se suele citar poco".
"Los mártires siempre dejaron al final de esa historia de ofrecimiento de sus vidas un mensaje de perdón y de reconciliación. Ninguno de ellos murió no sólo renegando de Cristo, si no tampoco renegando de lo que podía llamarse el corazón de la ética cristiana que es el amor al prójimo".
Hay otros 400 ó 500 mártires más, sobre todo, de la Diócesis de Madrid, esperando su turno.
Monseñor Rouco ha justificado que los católicos se rebelaran en el 36 y no antes durante la quema de Iglesias y la persecución religiosa en que "la valoración moral o ética que tiene raíces cristianas está muy marcada por un sentido de responsabilidad en relación con el bien común. Existe esa idea de agotar todas las vías pacíficas. Sólo en situaciones extremas se puede decir que hay un derecho a la defensa. Un ciudadano cristiano es serio y fiel pero no renuncia a sus convicciones en el terreno de lo moral y ético".