El líder del PSC ha comparecido en el Parlamento catalán ante los medios de comunicación, sin aceptar preguntas, en lo que son sus primeras valoraciones tras la operación anticorrupción iniciada ayer por la Audiencia Nacional, que se saldó con ocho detenidos en la provincia de Barcelona, entre ellos, el alcalde socialista Santa Coloma de Gramenet, Bartomeu Muñoz, y el concejal de Urbanismo, así como dos ex altos cargos de CiU, Macià Alavedra y Lluís Prenafeta.
Antes de que este asunto pudiera salir en la sesión de control de esta tarde en el Parlamento, José Montilla ha querido adelantarse y ha afirmado que, pese a reivindicar la "presunción de inocencia" de los implicados en el caso, "el tiempo de la política es otro" y ha pedido a los líderes catalanes que colaboren con ejemplaridad y contundencia en las investigaciones judiciales.
"El tiempo de la política tiene que ser el de la reacción clara, contundente, transparente y ejemplar. Cada formación política hará su ejercicio de autocrítica y depuración de manera ejemplar y pública. Animo a los líderes políticos a colaborar plenamente con la justicia y a actuar con contundencia para dignificar la función pública y evitar que la política se aleje del alma y el corazón de los ciudadanos", ha subrayado Montilla.
El presidente catalán, que cree que el "único compromiso" debe ser el de "la verdad y la dignidad", ha pedido también a los medios de comunicación y a los creadores de opinión un "ejercicio de objetividad con relación al juicio moral y ético" sobre los políticos, después de casos como el del Palau de la Música y ahora el de corrupción urbanística, que afecta de forma transversal a cargos electos del PSC y a ex altos responsables en el gobierno de CiU.
En este sentido, Montilla ha recordado que "miles y miles" de militantes de partidos, cargos públicos y electos en ayuntamientos, consejos comarcales, diputaciones y parlamentos actúan "con un grado de generosidad y compromiso que hacen que el país avance. Me siento orgulloso de su trabajo y de su trayectoria".
Montilla ha señalado que la sociedad catalana sabe que "no todos somos iguales y que la política dignifica el país, y es un acto de servicio que vale la pena y es imprescindible en democracia". Pero ha abogado más que nunca por la "transparencia", sobre todo en época de crisis, no sin remarcar que "si se han cometido delitos, que la justicia castigue con firmeza, también a los cómplices y especialmente a aquellos que han estado ejerciendo responsabilidades públicas".
El presidente catalán ha asegurado que su gobierno actuará con "prudencia", al tiempo que ha recordado su lucha contra situaciones delictivas con la reciente creación de la Oficina Antifraude de Cataluña.
"Pero soy consciente de que la sociedad catalana exige que las instituciones vayamos un paso más allá del estricto cumplimiento de las normas y de las leyes. Y lo haremos. Espero que, todos juntos, instituciones, empresas y sociedad civil, aprovechemos este momento para hacer una profunda reflexión sobre cómo podemos mejorar, todavía más, el comportamiento ético de nuestras organizaciones", ha explicado.
Así las cosas y tras mostrar nuevamente comprensión con el "desánimo, irritación, pena o el juicio severo y generalizado", Montilla ha pedido "confianza en nuestras instituciones y en la política democrática", de tal forma que Cataluña salga "reforzada" si "cada cual hace lo que le toca y todo el mundo confía en nuestras posibilidades colectivas".