(Libertad Digital) La red de teatros de la Comunidad de Madrid incorpora un espacio austero y moderno, pegado al paisaje y hundido en sus rocas hasta confundirse con ellas. Diez plantas –ocho de las cuales están bajo tierra-, 25.400 metros cuadrados, una sala auditorio para 1.200 personas y otra de cámara para 300, definen sus dimensiones. Un festival de verano programado por la Comunidad, con diez carteles de primer nivel, pondrá de largo sus cualidades acústicas y arquitectónicas.
Madrid se regala un auditorio vanguardista para la música, la danza y la ópera. En plena Sierra, integrado en su paisaje y respetuoso con la monumentalidad histórica y natural del lugar, el nuevo coliseo de San Lorenzo del Escorial es el resultado de una iniciativa política del ex presidente autonómico, Alberto Ruiz-Gallardón.
Sus obras se iniciaron en noviembre de 2000, con el plan de que culminarían dos años después. Ha sido Esperanza Aguirre, sin embargo, quien ha recibido el edificio acabado, casi seis años después y 35 millones de euros más de los presupuestados en el proyecto original.
Sus autores, los arquitectos Rubén Picado, María José de Blas y Enrique Delgado explican la causa de la lentitud de las obras: "Para causar las menores molestias a los vecinos, vaciamos la parcela poco a poco, utilizando maquinaria pequeña".
El alcalde ha rehusado el ofrecimiento de la presidenta de la Comunidad para que el nuevo auditorio lleve el nombre de Alberto Ruiz-Gallardón.
El alcalde escribió una carta a Aguirre en la que, aunque le agradeció el gesto, lo rechazó porque "nunca he aceptado placas ni reconocimientos de este tipo", según se explicó, en su día, desde la oficina de la Alcaldía de Madrid.
La Comunidad Autónoma integra a su red de espacios escénicos un espacio capaz de las grandes producciones de ópera, música y danza. Su rodaje será un festival de verano con primeras figuras de la música, la lírica y la danza. El Don Carlo de Verdi, interpretado por Riccardo Muti, lo inaugurará el próximo 3 de julio, y una producción contemporánea de La Verbena de la Paloma, a cargo de Marina Bollain, echará el telón de un atractivo programa en el que se pondrán a prueba las cualidades acústicas y arquitectónicas del nuevo auditorio.
Estreno por todo lo alto
La programación del Festival de Verano de San Lorenzo del Escorial "quiere ser una muestra de las posibilidades que nos ofrece esta nueva infraestructura cultural en un entorno de gran valor histórico y artístico al tiempo que un paisaje privilegiado", han comentado a Libertad Digital fuentes autorizadas de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, que dirige Santiago Fisas.
Por los dos escenarios del nuevo auditorio pasarán conciertos y representaciones de ópera y danza en un recorrido por un amplio repertorio que abarca desde Monteverdi, en la interpretación de uno de los grandes especialistas en este repertorio: Rinaldo Alessandrini al frente de Concerto Italiano, hasta la creación que nos es contemporánea.
Ésta tendrá presencia en el festival tanto en su versión escénica, con la ópera de Giorgio Battistelli Experimentum Mundi, como en concierto, en el programa que la propia Orquesta de la Comunidad de Madrid, con su director titular, José Ramón Encinar, ha preparado para esta ocasión.
En el programa inaugural del nuevo escenario se reúnen obras de que tienen como característica común el poner en relación la creación que nos es más cercana en el tiempo con la tradición musical española, en especial la que tiene vínculo con El Escorial y con la corte española.
Esta misma línea de recreación, en este caso escénica, sigue la innovadora producción de La verbena de la Paloma que cerrará el festival, nunca vista en nuestro país y cuya primera versión la directora de escena Marina Bollaín estrenó en Berlín en 2002 con una magnífica aceptación. Dentro de un riguroso respeto a la creación musical de Tomás Bretón, y contando con la batuta de Miguel Roa y un reparto de jóvenes cantantes españoles experimentados en este repertorio, la obra aparece envuelta en un ambiente festivo y popular de verbena estival.
Si bien casi se podría afirmar que siempre es necesaria su presencia, en este año especialmente volcado en la figura de Wolfgang Amadeus Mozart resulta aún más imprescindible la presencia en esta programación de su música.
La flauta mágica llegará con la puesta en escena de Daniele Abbado, que cuenta con una bellísima escenografía de Emanuele Luzzati. La dirección musical estará a cargo de sir Colin Davis, que se pondrá en esta ocasión al frente de la London Symphony y un sólido reparto.
Contaremos también con la presencia de sir John Eliot Gardiner, con sus agrupaciones English Baroque Soloists y Coro Monteverdi, en esta ocasión para interpretar otra de las grandes obras del salzburgués, su Réquiem, siguiendo la edición realizada por Robert D. Lewis.
La Orquesta Sinfónica de Galicia, con su director titular Víctor Pablo Pérez, ofrecerá a su vez dos conciertos en los que a la música de Mozart se unirá la de dos compositores españoles cuyas efemérides también conmemoramos este año: Juan Crisóstomo Arriaga y Vicente Martín y Soler. Los solistas en estos conciertos serán los pianistas madrileños Enrique Pérez de Guzmán y Sylvia Torán.
La presencia de grandes orquestas y directores y una especial atención a la lírica serán características del festival, y dentro de esta línea se enmarca la presencia de la Orquesta de París con Christoph Eschenbach para ofrecer la interpretación en concierto de Sigfrido, avalada por el éxito cosechado en el Theatre du Chatelet de París y que este verano también llevarán a los prestigiosos “Proms” de Londres con el mismo elenco.
En cuanto a la danza se refiere, será el Royal Ballet quien desde el Covent Garden nos traiga la producción de Romeo y Julieta coreografiada por Kenneth Mac Millan. Supondrá la oportunidad, poco habitual, de disfrutar en Madrid de uno de los grandes ballets clásicos en una interpretación del más alto nivel internacional, en la que, entre los grandes solistas con que cuenta la compañía, quisiéramos destacar a la española Tamara Rojo.
En el foso estará en esta ocasión la Orquesta de Extremadura, una formación joven pero ya acreditada y que mostrará la magnífica evolución que ha experimentado en los últimos años el panorama sinfónico en nuestro país.
Para abrir esta programación, el maestro Riccardo Muti ha preparado un gran programa sinfónico coral con obras de Giuseppe Verdi, cuya primera parte constará de fragmentos de sus óperas relacionadas con nuestro país y, en el caso de Don Carlo, específicamente con el lugar que acogerá el festival: San Lorenzo de El Escorial. El programa se cerrará con el “Te Deum” de sus Quattro Pezzi Sacri. La interpretación correrá a cargo de la Orquesta y Coro del Maggio Musicale Florentino y las voces de Sonia Ganassi, Barbara Frittoli y Ferrucio Furlaneto.
En resumen, un total de veinte representaciones de diez espectáculos diferentes que, a lo largo de algo más de cuatro semanas llenarán el nuevo espacio con una oferta que "se ha pretendido amplia y diversificada, siempre dentro de un altísimo nivel de calidad. Son los primeros pasos en un espacio que habrá de afianzarse con el paso del tiempo con sus propios elementos diferenciadores en su línea de programación", han indicado las mismas fuentes de la Consejería autonómica de Cultura.