El Mundo echa humo con Rubalcaba pese a el bofetón que le ha vuelto la cara del revés al ministro. Hasta siete veces le llama mentiroso Pedro J. mientras espera que el ministro se levante de la cama y rectifique. Le acusa de "mentir públicamente" con el comunicado de "Vicepresidencia del Gobierno y el Ministerio del Interior" sobre el 11-M. "La vida pública es incompatible con las mentiras", insiste Pedro J. "Hay mentiras y mentiras", machaca. Es "proverbial" la "falta de escrúpulos e indiferencia por la verdad" de Rubalcaba. Su desmentido "solo incluía mentira tras mentira", remacha por si no nos habíamos enterado. Así que a Rubalcaba "hay que mantenerlo apartado de la comunidad de los demócratas, marcando todos los días el abismo moral que le separa del resto de los dirigentes políticos". Al ministro también se refiere Casimiro García Abadillo, que habla de "metedura de pata del vicepresidente" por el "patinazo de desmentir algo cuya veracidad es fácilmente demostrable". Encuentra un "exceso de confianza, tal vez una pizca de soberbia". ¿Una pizca?
El Mundo encuentra apoyo en La Gaceta, que también se le ve con ganas de atizar al ministro "El hábito de mentir casi irreprimible" de Rubalcaba. "Miente Rubalcaba" en el comunicado, "miente con su indisposición" y utiliza el Congreso para "soltar charadas y embustes (...) "A base de su capacidad para mentir" siempre le queda el "recurso de "acudir a sus mentiras" pero "los españoles no nos merecemos a un tipo tan mentiroso como Rubalcaba".
A El País le da hoy por el Faisán. Tiene una teoría. En un artículo titulado "Si el Faisán se queda en pollo", el chivatazo vuelve a ser "supuesto" y "no puede ser delito de colaboración con banda terrorista, según la doctrina GAL", sino que fue para "contribuir con el Estado". Y se queda tan ancho. Dice que el PP utiliza el caso como "una gota malaya o un martillo pilón" y se empeña erre que erre en que Rubalcaba no tiene nada que ver. "Está muy bien que se persigan todos los delitos, incluidos lo que comenten los policías por los motivos que sean" y la "filtración" fue realizada "por parte de los funcionarios". Y es que a la policía lo que le mola es chivarse a los etarras cuando les va a detener para que escapen y luego les maten. Si les detienen sin más es un aburrimiento.
En El Acento apuesta por cerrar televisiones porque le molestan un horror las echadoras de cartas. Quiere que Sebastián meta mano a "esos programas donde la extrema derecha y sus apocalípticos cornetas campan a sus anchas" porque la TDT se ha convertido en un "catálogos de frikis de la religión, de la política y de la astrología".
La Razón dice que "el Gobierno derrapa con los 110 km/h" y que nos van a freír a multas. Así que critica "la vocación obsesiva por entrometerse y recortar la libertad de los ciudadanos" y "su determinación de mejorar la salud financiera del Estado a través de los bolsillos de los españoles". Cuenta que algunos ministros no querían esta nueva prohibición."El pesimismo se ha instalado definitivamente en La Moncloa" porque con una perspicacia impresionante se han dado cuenta de que pueden perder las elecciones. Ya lo cuenta la Opinión de Cefas, que tiene un amigo "dirigente socialista que está entre los que podrían suceder a Zapatero: 'parecemos empeñados en perder las elecciones'". Y es que el Gobierno "espera forrarse a nuestra costa y es lógico que estemos muy cabreados". Pues sí, lo estamos. Ya lo dice Carrascal en ABC: "España empieza a parecer cuartel".
Y Público restriega a El País su propia encuesta sobre la sucesión de Zapatero. Mientras que Prisa no quiere primarias y prefiere elegir a dedo a Rubalcaba, Público le recuerda que "los españoles quieren primarias (...) según un sondeo de Metroscopia para El País". Qué inquina.