Una mujer paga más de 14.000 euros a una vidente para liberar a su marido de prisión

El Juzgado de Primera Instancia número 7 de Ourense ha desestimado la demanda de una mujer que reclamaba la devolución de 14.090 euros entregados a una tarotista, a la que contrató con la insólita expectativa de que lograra liberar a su marido, condenado por delitos de tráfico de drogas. La sentencia concluye que su creencia era "totalmente infundada" y que no se puede considerar excusable el error de confiar en que una vidente tenga la capacidad de alterar una decisión judicial.

Los hechos se remontan a junio de 2020. La demandante, residente en el País Vasco pero originaria de Ourense, se encontraba en una situación personal límite: con tres hijos menores a su cargo y su marido recién encarcelado. En medio de esa angustia, acudió a una mujer que, según relató, se presentó como una profesional del mundo esotérico con experiencia ayudando a personas en situaciones desesperadas. Acordaron un pago total de 14.090 euros, que abonó en varias cuotas, con el supuesto objetivo de realizar "trabajos de brujería" para lograr la excarcelación de su pareja.

Un encargo sin resultados

Sin embargo, pasaron los meses y el marido continuó cumpliendo condena. La mujer, al ver que nada cambiaba, se sintió engañada y acudió a los tribunales. Primero lo intentó por la vía penal, denunciando un presunto delito de estafa, sin éxito. Más tarde, recurrió a la vía civil para solicitar la anulación del contrato, alegando que su consentimiento estaba viciado por su estado de vulnerabilidad emocional y económica.

Pero la magistrada encargada del caso, Olalla Para Fernández, ha sido tajante. En su fallo, sostiene que la demandante incurrió en un error "fácilmente vencible", ya que "nadie puede esperar razonablemente que una persona que desempeña el trabajo de tarotista pueda llegar a conseguir, por medio de la contratación de sus servicios, la excarcelación de una persona que ha sido privada de libertad por orden de una autoridad judicial competente". La jueza añade que no puede aceptarse "la angustiosa situación personal y económica en el instante de la contratación de los servicios" como argumento para anular un contrato basado en una expectativa que califica de absurda.

Negación por parte de la demandada

La resolución judicial también apunta que el hecho de que la mujer se sintiera estafada no es suficiente para invalidar el acuerdo, ya que no existió un engaño con entidad suficiente desde el punto de vista legal. Es más, la supuesta vidente ha negado siquiera haberse definido como tal. En declaraciones recogidas por los medios, la demandada ha asegurado que no se considera ni vidente, ni meiga, ni pitonisa, y que trabaja en "otros ámbitos" completamente alejados del esoterismo.

Pese a este segundo revés judicial, la mujer no ha dado por concluido el proceso y ha anunciado que recurrirá la sentencia ante la Audiencia Provincial de Ourense, con la esperanza de que la Justicia le dé la razón en una instancia superior.