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Recarte: "La banca central es la institución más peligrosa en una economía de mercado"

El Informe Recarte 2009 ya es un bestseller. En su obra, Alberto Recarte analiza la política monetaria de los últimos años, origen de la actual crisis. "La banca central es la institución más importante, pero la menos controlada, la menos regulada y la más peligrosa de la economía de mercado".

El Informe Recarte 2009 ya es un bestseller. En su obra, Alberto Recarte analiza la política monetaria de los últimos años, origen de la actual crisis. "La banca central es la institución más importante, pero la menos controlada, la menos regulada y la más peligrosa de la economía de mercado".

(Libertad Digital) El Informe Recarte 2009. La economía española y la crisis internacional, editado por La Esfera de los Libros, lidera el ránking de ventas desde su puesta a la venta a finales del pasado mes de marzo. En su obra, Alberto Recarte, presidente de Libertad Digital, analiza el origen y los posibles efectos de la actual crisis financiera y económica, tanto a nivel internacional como nacional.

Una de las claves para entender el actual contexto radica en clarificar el papel que han jugado los bancos centrales para impulsar la burbuja crediticia de los últimos años, cuya explosión comenzó a mediados de 2007 con la crisis subprime en EEUU. Recarte aclara en LD algunas de las claves en este ámbito.

Pregunta: En su obra explica el funcionamiento de la banca. Sin embargo, muchos desconocen cómo actúa un banco central. ¿Qué papel juega en el sistema financiero actual?

Respuesta: El banco central es la institución económica más importante de cualquier estado moderno. La única institución que no tiene control democrático. La dificultad técnica que conlleva su toma de decisiones hace que los partidos políticos no tengan forma de controlarla. Por otra parte, puesto que los partidos tienen interés en que la política monetaria sea siempre expansiva y los tipos de interés bajos para impulsar el crecimiento, siempre se ha defendido la independencia de los bancos centrales, confiando en que el buen juicio de los banqueros centrales sea el elemento que compense su falta de democracia y de control político.

Sin embargo, cuando nos encontramos ante banqueros centrales como Alan Greenspan -ex presidente de la Reserva Federal de EEUU- el precio a pagar es muy alto. Greenspan decidió que durante su mandato no habría un recesión ni una deflación en EEUU, incluso si eso conllevaba emitir enormes cantidades de dinero o permitir una regulación muy laxa del sistema financiero.

Y, desde este punto de vista, la banca central es la institución más importante, pero la menos controlada, la menos regulada y la más peligrosa en cualquier economía de mercado.

P: ¿Por qué culpa a los bancos centrales, sobre todo a la FED y al BCE de la crisis financiera?

R: Porque la Reserva Federal (FED), además de mantener artificialmente bajos los tipos de interés y de permitir un aumento enorme de la oferta monetaria, ha permitido que se cree una enorme cantidad de dinero en la economía. Esto ha facilitado llevar a cabo cualquier tipo de proyectos, unos sensatos y otros no, unos excesivos y otros no.

El ejemplo máximo del exceso cometido son las hipotecas subprime, que se concedían a familias que obviamente no iban a tener recursos suficientes para pagar las cuotas hipotecarias.  Eso que, teóricamente, afectaba sólo a una parte de la economía, en realidad, afectó al conjunto de la economía, ya que ese mismo fenómeno no sólo aconteció en el sector inmobiliario sino en todos los sectores económicos.

Además, en la medida en que la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) respondía a las necesidades de Alemania y Francia, nos hemos encontrado con tipos de interés del 2% durante muchísimos años en Europa, mientas que economías como la española probablemente habrían adoptado tipos de interés de entorno al 5% ó 6% durante la mayor parte de estos años.

P: Sin embargo, durante años parecía que la receta Greenspan funcionó. Es decir, logró mantener tipos bajos y la inflación baja.

R: La FED no ha cumplido ninguno de sus mandatos porque con su política monetaria ha acabado provocando una crisis financiera global y una recesión mundial que, como resultado, también ha terminado afectando al crecimiento de la economía norteamericana.

Greenspan debería haber tenido en cuenta los efectos de la política monetaria norteamericana sobre la economía mundial. Se olvidó de lo que significa la globalización y de sus efectos, tanto en lo positivo como en lo negativo.

P: ¿Se mide correctamente la inflación?

R: No hay ningún activo incluido en la medición de la inflación. Ni siquiera aparecen las viviendas. Soy partidario de incluir el valor de los activos en el IPC.

Venimos de unos años en los que se han creado burbujas, ya sean tecnológicas o inmobiliarias, ya que el exceso de dinero no se ha traducido en mayores precios de la cesta de la compra, pero sí en aumentos enormes del precio de la vivienda y de otros activos reales. Además, para una familia la inversión más importante de su vida es la vivienda. Su precio debería incluirse en la inflación.

P: Esta crisis comenzó a gestarse en 2001. Entonces, la FED bajó mucho los tipos para combatir la crisis de las puntocom. Desde 2008, lo han vuelto a hacer, pero parece que no han logrado su objetivo. ¿Por qué no ha funcionado?

R: El objetivo de la bajada de tipos de interés es crear dinero. Pero el dinero se crea, en parte, bajando los tipos de interés siempre que la banca tradicional aproveche las facilidades crediticias que otorga la banca central para, a su vez, conceder créditos a terceros.

Si resulta que los bancos no pueden conceder créditos porque, a pesar de esas facilidades, se han quedado sin capital o carecen de liquidez suficiente debido al aumento de la morosidad, la política monetaria tampoco funciona. Y eso es lo que estamos sufriendo en estos momentos.

P: La banca central apuesta ahora por aplicar, incluso, métodos “no convencionales” como la compra de deuda pública y empresarial. ¿Qué efectos tendrá?

R: En el caso de EEUU, que es donde realmente se aplican estas medidas desde hace más tiempo, creo que la FED no tuvo más remedio que intervenir porque la quiebra de Lehman Brothers produjo una parálisis financiera tan absoluta que toda la economía norteamericana dejó de ser financiada por el sistema bancario. La banca central intervino para salvar entidades y para comprar papel y, así, permitir que continúe la actividad económica. Fue una medida de emergencia que era imprescindible hacer en aquel momento.

Ahora bien, en la medida en que la situación se vaya normalizando, creo que lo lógico es que este tipo de operaciones desaparezca a toda velocidad ya que, aunque lejano, existe un riesgo de alta inflación. Además, la banca central debe limitarse a sanear la situación del sistema financiero, y no permitir bancos renqueantes que dependan para su supervivencia de refinanciaciones constantes por parte de la banca central. La única solución es sanear el sistema financiero y recapitalizarlo cuanto antes.

P: ¿Existe el riesgo de entrar en una espiral deflacionista como en la Gran Depresión?

R: No. No creo que estemos en una situación de deflación sino de muy baja inflación. Para que haya deflación tendría que haber mucha más desconfianza por parte de familias y empresas en la actuación del Estado. Me da la impresión de que la intervención de los estados ha conseguido convencer a los ciudadanos de que el sistema financiero no se va a caer. Y en la media en que se mantenga esa percepción, el riesgo de deflación desaparece.

Sin embargo, esto no quiere decir que en zonas concretas como, por ejemplo, España sí haya deflación. Lo lógico es que en la economía española los precios se reduzcan este año y quizá en 2010. Además, sería la mejor de las soluciones para la economía española porque recuperaríamos competitividad más rápidamente, y ello nos permitiría volver a crecer antes en lugar de tener que esperar 5 ó 10 años.

P: ¿Qué medidas destacaría de la última reunión del G-20?

R: En general, las medidas sobre el sistema financiero son sensatas. Dotar de recursos al Fondo Monetario Internacional (FMI) es también imprescindible. El FMI, que parecía una entidad muerta, se ha vuelto a convertir en un centro asesor de gobiernos y justificador para muchos estados de reformas básicas en muchas economías.

Por el contrario, el G-20 no ha entrado en el tema del comercio internacional y el proteccionismo, y me parece que es una pata imprescindible. No ha examinado las actuales prácticas de fijación de tipos de cambio en el ámbito de las divisas. Es el caso de China y otros países asiáticos, que compiten de forma desleal, ya que sus monedas no reflejan la situación real de sus economías.

Sus tipos de cambio están fijados irrevocablemente al dólar. El dólar ha estado devaluándose durante muchos años, con lo que la competitividad de la economía china y otros países asiáticos ha crecido muchísimo. Es un ejemplo del tipo de medidas proteccionistas que existen actualmente en el mundo.

P: ¿Por qué tanta insistencia en combatir los paraísos fiscales?

R: En la medida en que lo que falta es liquidez en la economía, las autoridades se preguntan ¿dónde hay liquidez? En los paraísos fiscales. Pero si de verdad existe ese propósito, los gobiernos tendrán que ofrecer incentivos para que ese dinero aflore. Si no se aprueban amnistías fiscales no habrá posibilidad de que los paraísos fiscales desaparezcan.

Por otro lado, siempre que los impuestos sean demasiado altos en algunos países, siempre habrá otros que otorguen facilidades a aquellas personas o empresas que han ganado dinero y no quieren pagar unos impuestos que consideran abusivos.

P: Y si los bancos centrales lo han hecho tan mal, ¿está justificado que puedan seguir fijando arbitrariamente los tipos de interés? Usted cita en su libro la posibilidad de reformar este sistema con el fin de fijar un tipo de interés constante del 2%.

R: La propuesta la lanzó Milton Friedman hace muchos años. La posibilidad de controlar la actividad económica empleando la política monetaria es impredecible. Por ello, quizá sea más sensato renunciar a fijar los tipos de interés. Renunciar, por así decirlo, a la política monetaria. Lo que hay que hacer es suministrar una cantidad de dinero suficiente para que la oferta monetaria no se reduzca, pero tampoco se dispare.

Una posibilidad consistiría en fijarla irrevocablemente. De este modo, se eliminaría la capacidad de arbitrariedad y error de los banqueros centrales.

P: ¿Y en cuanto a reformas en la banca?

R: El escaso capital de las entidades financieras ha propiciado que unas pérdidas provocadas por una mala situación económica haya hecho quebrar a la mayor parte del sistema financiero. Si los bancos hubieran tenido el doble de capital y el apalancamiento [nivel de endeudamiento] hubiera sido mucho menor, habrían aguantado mucho más. Una reforma pasaría, pues, por aumentar los coeficientes de solvencia y de liquidez

P: ¿Qué panorama nos depara el futuro?

R: Creo que algunas economías se recuperarán antes. Es el caso de EEUU. En cambio otras, como la española, se van a japoneizar. España va a tardar más en salir de la crisis, entre otros motivos, porque el Banco de España está actuando como lo hizo el Banco Central de Japón en los años 90. Esto es, intentar mantener la salud financiera de todas y cada una de las entidades en lugar de forzar una recapitalización.

El Banco de España está permitiendo operaciones de refinanciación de los principales prestamistas en unas condiciones que no son lógicas , y eso va a alargar el proceso de saneamiento del sistema financiero. Dificultará la recuperación económica.

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