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La madre de Sandra Palo: "No voy a dejar que se olvide el crimen de mi hija"

Rota por el dolor, Mari Mar Bermúdez, la madre de Sandra Palo, ha asistido este martes a la vista que se ha celebrado contra uno de los asesinos de su hija, Juan Ramón Manzano, que en el momento del execrable crimen era menor de edad y que ya tiene 23 años.

Es considerado como uno de los crímenes más viles de la historia penal española. A Sandra Palo, de 22 años, getafense y con una pequeña discapacidad psíquica, la raptaron, la violaron, la atropellaron quince veces y la quemaron con gasolina cuando aún estaba viva.

Los asesinos eran un mayor de edad, Francisco Javier Astorga Luque, “El Malaguita”, y tres menores: Rafael García Fernández, alias “Rafita”, que cuando cometió el crimen tenía 14 años, ya está en libertad, Juan Ramón Manzano Manzano, "El Ramoncín" y Ramón Santiago Jiménez, "El Ramón".

A pesar del dolor acumulado durante tantos años y de su frustración, Mari Mar Bermúdez necesita ver la cara a los asesinos de su hija. Ya lo intentó el día en que el Rafita era puesto en libertad, aunque en aquella ocasión salió del centro de menores en una furgoneta, por lo que le fue imposible. “Yo lo único que quería era verle”.

Mari Mar acudió al juzgado con una foto de su hija. Miró al asesino de frente cuando entraba en la sala y éste le mantuvo la mirada. “En ningún momento agachó la cabeza”. Pero cuando Manzano comenzó su intervención pidiendo perdón a la familia, Mari Mar no lo pudo soportar, y necesitó salir de la sala y llorar amargamente.

La madre de Sandra Palo no sólo sufre el dolor infinito de haber perdido a una hija en esas circunstancias, sino que además se encuentra “cada vez más vetada”. Hay decisiones que no entiende, como el hecho de que no se pueda ver la cara de los asesinos de Sandra siendo ya estos mayores de edad. “Por qué la cara de los asesinos de mi hija no se puede ver si ya son adultos”.

Ahora están a la espera de lo que decida el juez. Puede ordenar que se encarcele a Manzano hasta que termine de cumplir los dos años que le quedan de pena, o bien puede enviarlo a un centro semiabierto. Y es que Manzano hace ya cinco años que es mayor de edad.

Sea cual sea la decisión que adopte el juez sobre uno de los asesinos de Sandra Palo, su madre lo tiene claro: “No voy a dejar que se olvide el crimen de mi hija”.

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