El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ha dicho este viernes que el Gobierno español tiene una "excelente relación" y "el mejor nivel de interlocución" con Marruecos, aunque de vez en cuando se puedan producir algunos "roces" entre dos países vecinos.
Moratinos ha hecho estas reflexiones en unas declaraciones a la SER en las que ha dado por superados los incidentes registrados estos últimos días en la frontera de Melilla y ha negado que el origen de los incidentes pudieran deberse a una disputa por la soberanía de las dos ciudades autónomas, pese a que el portavoz del gobierno marroquí, Jalid Naciri, haya dicho lo contrario y sí vea la soberanía de las ciudades autónomas como el eje central de los incidentes.
El jefe de la diplomacia española ha insistido en que los incidentes que se registraron en la frontera de Melilla no derivarán, en ningún caso, en un conflicto o en una crisis diplomática entre Madrid y Rabat.
Sobre la decisión del ex presidente del Gobierno José María Aznar de visitar Melilla, Moratinos la ha tildado de "sorprendente" y un "poco desleal", aunque ha restado importancia al hecho porque, aunque no fue oportuna, los problemas que existían ya "estaban en vías de solución".
Ha apuntado que existen canales diplomáticos para resolver los incidentes que puedan surgir de vez en cuando y que, en este caso, la solución fue fácil porque "tenemos una relación con Rabat y con Marruecos muy sólida y muy positiva".
Preguntado por la ausencia de representantes del Ejecutivo en la frontera, el ministro ha zanjado el tema diciendo que su obligación era resolver el problema y que, por lo tanto, no era una cuestión de presencia física o mediática.
La ausencia del embajador
Moratinos, que ha hablado de contactos con la embajada marroquí en Madrid, tuvo que referirse al hecho de que, en realidad, aún no ha llegado a España el nuevo diplomático del país vecino, un ex independentista que ha tardado en obtener el plácet del Gobierno. El ministro ha justificado su ausencia diciendo que el anterior fue "llamado a un puesto de enorme importancia" y ha apuntado que está "seguro" de que el nuevo embajador llegará "en el próximo mes", después del Ramadán.
En su afán por negar la crisis con Rabat, Moratinos ha calificado de "muy integral" la relación con el país vecino, hasta el punto de que, según ha dicho, allí se vivió la victoria de España en el Mundial "como una victoria suya". "Hay de vez en cuando algunos roces, algunos incidentes", se ha limitado a decir el ministro.