La denuncia por la desaparición de la mujer interpuesta por su pareja alertó a los investigadores. El hombre había recibido en su móvil una fotografía de ella atada de pies y manos, seguida de un texto en el que le exigían el pago de 20.000 euros por su liberación. A este SMS le siguieron otros en los que reclamaban el pago del rescate y le pedían igualmente que no avisara a la policía.
Las investigaciones practicadas lograron averiguar que la mujer podría encontrarse en la zona de Benidorm o Denia. Los agentes establecieron un amplio dispositivo para localizar el vehículo de la víctima y así detener a los responsables del secuestro. El automóvil fue visto circulando por la N-332, por lo que se inició un seguimiento del mismo hasta que se detuvo en un centro comercial de Gandía.
La conductora, que viajaba sola y se encontraba en perfecto estado, era la supuesta víctima del secuestro. En un primer momento dijo a los policías que había sido liberada esa misma mañana. Fue posteriormente cuando cambió su relato y aseguró que simuló su propio secuestro motivada por la mala situación personal que atravesaba y para saber lo que su marido estaba dispuesto a hacer por ella.