Una noche que estábamos cenando, en un momento en que las chicas se levantaron para bailar, Hanussen me dijo con una de esas sonrisas en las que apretaba los dientes y levantaba las tupidas cejas:
-¿Sabes? Hitler quiere conocerme.
Aunque me precio de ser amigo del autor de esta excelente novela histórica, confieso que cuando hace un par de años me confió su propósito de escribirla suscitó en mi tanta fascinación como vértigo pues bien sabía que Gervasio Posadas se estaba atreviendo con uno de los personajes históricos de la Alemania nazi más misterioso, escurridizo y desconocido que vivieron aquellos tormentosos tiempos: Erik Jan Hanussen, el vidente y mentalista de Hitler.
Hay muy poco escrito sobre este extraño y polifacético personaje nacido en Viena en 1889 y lo que ha sobrevivido al paso del tiempo suele estar contaminado por el halo de esoterismo que impregna buena parte de las publicaciones relacionadas con el "ocultismo nazi". Bajo el paraguas del ocultismo siempre es posible mezclar churras con merinas, templarios con OVNIS y tesoros cátaros con el Grial sin el menor respeto por las evidencias históricas. Afortunadamente, El mentalista de Hitler es una rigurosa y muy bien documentada novela histórica en donde la apasionante trama no deja cabos sueltos, ni especula disparatadamente, ni falsea la historia. Nada de lo que se cuenta en la novela, por sorprendente que pueda parecernos, es falso. Todo aquello sucedió, aunque nos resulte increíble.
La inmensa mayoría de personajes que pululan por esta vibrante novela son reales y desempeñaron algún papel en aquella tragedia que fue el auge del nazismo y su toma del poder. Gervasio Posadas ha tenido el buen gusto de incluir al final de su novela un pequeño anexo biográfico con todos los personajes que aparecen en su novela y debo añadir que el retrato psicológico que realiza de de ellos es muy ajustado a lo que hoy conocemos de la cineasta Leni Riefenstahl, el actor Peter Lorre o los periodistas Eugeni Xammar y Fernández Armesto. Todos ellos convivieron y trataron con alimañas de la talla de Hitler, Goering, Goebbels o el conde Helldorf.
El mentalista de Hitler es una autentica gozada que uno lamenta terminar, pues al finalizar el libro uno desea seguir leyendo más sobre aquel pasado berlinés ni tan lejano, ni tan distinto al presente que hoy vivimos. Escribo esto con la oculta intención de que el autor se anime a continuar con las aventuras de su periodista español Jose Ortega, el único personaje de la novela estrictamente de ficción.
Una de las cosas que más llama la atención de El mentalista de Hitler es el inquietante paralelismo histórico entre la Alemania de 1932-1933 y la España de hoy: dos elecciones generales en menos de un año (¿nos suena, verdad?), el auge imparable del populismo nazi que una vez en el poder se tornaría totalitario, la falta de perspicacia política de los partidos democráticos de la República de Weimar que no creyeron que el radicalismo nazi pasaría de las palabras a los hechos, la relevancia de la prensa y su genuflexa sumisión al poder del dinero, la ceguera de una sociedad que pese a todas las evidencias del cataclismo prefería lamer sus heridas en aquella sinfonía berlinesa de cabarets ("money, money, money..."), sexo, sesiones de ocultismo, salas de cine, salones de baile, casinos y miles de extravagantes atracciones que ofrecía el Berlín del último y agónico año de la República de Weimar. La novela de Gervasio Posadas ofrece un esplendido y colorido retrato de aquel año terminal y excesivo, como si fuera una Danza de la Muerte ante la inminente peste que volvería a asolar Europa.
Gervasio Posadas ha sabido conjugar con gran maestría el rigor histórico (su trabajo de documentación e investigación es casi doctoral), la intriga político-esotérica y, sobre todo, el fino sentido del humor - consustancial en otras novelas suyas como El secreto del gazpacho, La venganza es dulce y además no engorda y Hoy caviar, mañana sardinas - aplicado a uno de los momentos más negros de la historia de la humanidad. No era un reto nada fácil.
Las breves crónicas periodísticas del protagonista Jose Ortega nos sitúan acertadamente en cada momento histórico clave desde marzo de 1932 hasta marzo de 1933, mientras él y sus curiosos compinches de aventuras se adentran en el mundo de los cabarets, de las sesiones de ocultismo, de la promiscuidad sexual, de los cuarteles de los matones de las SA pero también de la lujosa residencia privada de Goering o el Hotel Kaiserhof en donde Hanussen llegó a reunirse con Hitler. Según parece, nada más conocerlo le vaticinó que en unos años "la nación germana estaría a su merced". Desde ese momento se empezó a gestar la leyenda de que Hitler y sus más cercanos colaboradores se habían convertido en asiduos clientes de Hanussen, frecuentando su recién estrenado Palacio del Ocultismo, en uno de los barrios más distinguidos de Berlín. Para hacernos una idea de la relevancia social que tenía Hanussen basta saber que en 1931 Hanussen editaba los diarios de astrología Hanussen Magazin y Bunte Wochenschau, lo le sirvió para catapultar su ascendente fama. Es, precisamente, en ese momento de éxito cuando el periodista español Jose Ortega llega a Berlín y el destino le aproxima a Hanussen.
Quienes además de la literatura y la historia amen el cine van a disfrutar de esta novela pues su ritmo y su lenguaje resultan muy cinematográficos. No en balde, algunos de sus protagonistas son cineastas de la época dorada del expresionismo y de la UFA. No puedo evitar fantasear con la idea de que detrás de esta excelente novela se podría gestar una trepidante película de intriga, acción y misterio.
Por cierto, que el autor estará firmando su novela el domingo 5 de junio de 12:00 a 14:00 horas en la caseta 244 de la Feria del Libro de Madrid. Una buena ocasión para ponerle rostro a quien ha sabido recrear una época histórica tan fascinante como terrible.
Gervasio Posadas. El mentalista de Hitler. ISBN 9788483658734. Editorial SUMA, 2016. Págs 380; Precio: 17,21€