Rafael Nadal ya está en octavos de final del Abierto de Estados Unidos, cuarto y último torneo de Grand Slam de la temporada, tras ganar al argentino David Nalbandian (7-6, 6-1 y 7-5) en un partido complicado, sobre todo en el primer set.
El número dos mundial había anunciado en la víspera que, ante un rival como el Nalbandian, era necesario dar un salto cualitativo en su juego y que este duelo iba a marcar el desarrollo de su actuación en el torneo. Tras un irregular primer set, el español sí que supo dar ese paso adelante cuando debía. Aunque lo cierto es que no termina de encontrar una continuidad en su juego que le permita finiquitar sus partidos con mayor solvencia y mejores sensaciones.
Nadal no tuvo un comienzo de partido como hubiera deseado, ya que tras unos juegos iniciales de tanteo cedió su servicio, con una doble falta en el quinto juego, y tuvo que ir a remolque. El jugador español no encontraba los golpes ganadores que aparecieron en su anterior partido ante el francés Nicolas Mahut, por lo que tuvo serias dificultades para poder mover en la pista a un Nalbandian con fases de brillantez en su juego.
El cordobés dispuso de un 5-4 y servicio para cerrar el primer set, pero reapareció el Nadal irreductible. El argentino le devolvió el favor a Rafa y cedió también su saque con una doble falta y la manga avanzó hacia una muerte súbita muy intensa, en la que el español consiguió llevarse el primer set tras algo más de una hora de juego (7-5).
La consistencia de Nadal, con tan sólo cuatro errores no forzados por 23 de argentino, le permitió sacar adelante una primera manga muy complicada y que resultaría decisiva para el devenir del duelo. Y es que el tenista sudamericano acusó anímicamente la oportunidad perdida y Nadal le dio un mazazo más a su maltrecha moral con dos breaks consecutivos que le pusieron con 4-0 en el arranque del segundo set.
El vigente campeón del torneo se reencontró con su mejor versión. Comenzó a jugar más largo, con más agresividad, y moviendo de un lado a otro a Nalbandian, que se vio incapaz de parar el chaparrón que se le vino encima en el segundo parcial. Tras romperse ambos jugadores el servicio en el inicio de la tercera manga, Nadal pidió tiempo para recibir asistencia médica, debido a unas rozaduras en la planta de su pie derecho. Nada serio. Continuó en su buena línea y un nuevo break en el sexto juego parecía que dejaba el partido visto para sentencia.
Pero Nalbandian no había dicho su última palabra. Rafa dispuso de 5-3 y su servicio para cerrar el partido, pero el argentino consiguió quebrarle el saque, empatar luego a cinco e incluso dispuso de un punto de break en el undécimo juego. Una vez más, cuando sintió el peligro., Nadal elevó las revoluciones de su juego e impidió que el set llegara a la muerta súbita y el partido se alargara más.
En los octavos de final, el segundo cabeza de serie del campeonato se medirá al luxemburgués Gilles Muller, que se ha impuesto al ruso Igor Kunitsyn por 6-1, 6-4 y 6-4.
Ferrer no da opción a Meyer
También David Ferrer se ha clasificado para octavos de final al pasar por encima del alemán Florian Mayer (26), al que ha ganado por 6-1, 6-2 y 7-6 (2), después de una hora y 47 minutos de partido. El jugador alicantino salió a la pista como una apisonadora y apabulló al germano, que se encontraba con dos sets abajo cuando apenas se había disputado una hora de partido.
Ferrer firmó una gran actuación en las dos primeras mangas, con muy pocos errores, y jugando con una gran solidez desde el fondo de la pista, frente a un rival que buscaba la red para no tener que pelotear con el pupilo de Javier Piles, pero al que no le sirvió de nada su estrategia.
La facilidad con la que se había apuntado las dos primeras mangas pudo relajar al de Jávea, que arrancó la tercera manga con un 3-0 en contra. Pero la reacción de Ferrer fue inmediata y niveló el set, que tuvo que decidirse en la muerte súbita. Ahí, el español volvió a tomar los mandos de la situación y con un parcial de 7-2 finiquitó el tie-break y el partido.
Ferru logra así alcanzar la cuarta ronda en los cuatro torneos de Grand Slam por primera vez en una misma temporada, ya que alcanzó las semifinales en el Abierto de Australia y los octavos de final en Roland Garros y Wimbledon. En la ronda de los 16 mejores le espera el estadounidense Andy Roddick, vigésimo primer cabeza de serie, que ha derrotado al francés Julien Benneteau por 6-1, 6-4 y 7-6 (5).