El italiano Francesco Gavazzi ha estrenado el palmarés del Lampre en la presente edición de la Vuelta a España al imponerse en la decimoctava etapa, de 174 kilómetros entre Solares y Noja, en una jornada tranquila para el cántabro Juan José Cobo (Geox), que ha aprovechado el trabajo "de otros equipos", como él mismo dice, para conservar el jersey rojo un día más.
Gavazzi, de 27 años, ha ganado el pulso al esprint al belga Kristof Vandewalle (Quick Step), uno de los diez compañeros supervivientes de la escapada del día que había tratado de sorprender a dos kilómetros de meta. Su movimiento no dio resultado, pues el italiano, el más veloz de la fuga, le aguantó la rueda y le superó con facilidad, lo que supuso la inauguración de su palmarés en una prueba grande.
El grupo de perseguidores, en el que viajaba Joaquim Purito Rodríguez, entró a diez segundos del ganador, mientras que el pelotón principal, que se tomó la etapa como de verdadera transición, lo hacía a 7:42. Así, la jornada ha sido cómoda para Juanjo Cobo, que mantiene sin sobresaltos el jersey rojo de líder con 13 segundos sobre el Chris Froome y 1:41 respecto a Bradley Wiggins, el dúo británico opositor del Sky, equipo que tampoco ha movido sus fichas en espera de las dos etapas en el País Vasco, últimas opciones para quemar las naves.
Cobo reconoce sufrir "más fuera que dentro de la carrera", pero también que la segunda etapa por tierras cántabras fue "cómoda". Y es que se dieron todas las condiciones idóneas para tachar el día sin sobresaltos: una escapada numerosa sin gente peligrosa y la garantía de que sus rivales no iban a pescar un solo segundo de bonificación en los esprints intermedios.
Tanto Geox como Sky tampoco se agobiaron a la hora de perseguir. El esfuerzo se lo repartieron los equipos con intereses en el top ten, como es el caso del Euskaltel, obligado a tirar del grupo para que no peligrase la décima plaza de Mikel Nieve ante la presencia en la fuga del croata Kiserlovski, a cuatro minutos del ciclista español.
Los 17 aventureros salieron del pelotón en el kilómetro 12 y fueron superando unidos los dos primeros puertos del ondulado recorrido cantábrico. En el siguiente, el Puerto de Alisas (primera categoría), quedaban diez corredores por delante, que mantenían una ventaja cercana a los 11 minutos.
Solo faltaban dos tachuelas hasta alcanzar el llano que conducía a Noja. El portugués Sergio Paulinho (Radioshack) atacó en el Puerto de Fuente las Varas, de tercera y a 26 de meta, pero no logró distanciar a sus perseguidores, que le mantuvieron en una docena de segundos. Fue cazado a 2 kilómetros de meta, cuando se desencadenó el movimiento clave.
Aprovechando un repecho salió disparado Vandewalle y todos se quedaron mirando. Menos Francesco Gavazzi, hijo de Pierino Gavazzi, un esprinter de los años 70 y 80 y hermano de Mattia, actual ciclista profesional. El italiano tenía el objetivo de conocer la gloria en una prueba grande y de salvar al Lampre, hasta ahora inédito en la Vuelta.
Sin las ataduras de preparar el esprint a su jefe Alessandro Petacchi, jugó sus cartas con habilidad y logró ambas cosas sin oposición de Vandewalle. Tuvo suerte, admitió, ya que "cuando saltó Paulinho se fue solo y chocó con el viento de cara". Otro éxito en "estas carreteras", ya que en su palmarés figuran 2 etapas en la Vuelta al País Vasco, aparte de otras dos en la Vuelta a Portugal.
Una jornada de transición pura. Esta vez, si. Sin caídas, ni cortes en el pelotón ni confusiones en las rotondas. El Geox durmió la etapa y el Bisonte descansó después de la batalla de Peña Cabarga. Ahora toca despertar en las dos etapas en el País Vasco, donde la Vuelta regresa después de 33 años. La primera de ellas entre Noja y Bilbao, con el Alto del Vivero cerca de meta. Prohibido dormirse.