José Mourinho muestra su lado más familiar. En una entrevista al diario turco Hurriyet, el técnico madridista asegura que "para mí, los adjetivos no son más que expresiones. Pero quiero que la gente hable bien de mí". Por eso huye de los calificativos que le rodean continuamente, como el de "arrogante": "No lo soy; soy amigable, especialmente con los niños".
Además, el entrenador portugués dice que el fútbol es una de las cosas más importantes de su vida: "El fútbol es mi destino. Ha estado siempre en mi vida. Por ejemplo, cuando yo nací, mi padre (también fue entrenador) estaba en el campo y cuando mi hija nació, yo estaba en el campo. El fútbol es así de importante. Había dos opciones: ser un futbolista cualquiera o ser un extraordinario entrenador. Escogí la segunda opción".
Incidentes en el Camp Nou
El técnico también ha hablado de su actuación durante la vuelta de la Supercopa de España en la que le metió el ojo a Tito Vilanova y por el que ha sido sancionado con dos partidos. El luso dice que actuó "de forma natural", ya que fue provocado.
El portugués ha ahondado más en el tema y ha querido dar su versión de lo ocurrido: "El fútbol significa emoción y a veces te provocan. En algunas ocasiones reaccionas y en otras no. Pero en el caso que nos ocupa, ellos nos provocaron. Sí, pude haber actuado mal, pero actué de forma natural".
Repasando a la actualidad del Real Madrid, Mourinho admite que su gran objetivo es ganar la Liga de Campeones: "Me gustaría ganar mi tercera Champions League con mi tercer equipo y, de esta forma, mi nombre tendrá un lugar especial en la historia del fútbol. Lo conseguiré".